A escasos minutos del pleno centro y como particular remanso de paz de aquellos que buscan disfrutar sin sentir que deben abandonar su mesa a una hora, nos encontramos con La Pirámide, un restaurante que nos mima y sorprende y en el que podemos disfrutar de una verdadera experiencia con vistas.
Situado en la zona norte de Madrid y enclavado en el Hotel Villamadrid (un cuatro estrellas de lo más pintón), el restaurante La Pirámide es un verdadero oasis para amantes de la cocina mediterránea tradicional con ese twist que la hace tan irresistible. Un enclave con vistas a las Cuatro Torres donde las materias primas de primera (y de kilómetro 0) configuran una carta basada en la fusión de sabores y texturas, sin perder de vista el producto de temporada.
Un lugar donde desde su carta o apostándoselas al menú disfrutar´´as de lo lindo, pues solo hace falta probar su sardina ahumada con arrope de tomate, el pulpo a la brasa con crema de patata, la alcachofa plancha con ibérico, sus virutas de foie de pato sobre tostas de pan con crema de manzana, la carrillera de cerdo ibérico con crema de boniato, su guiso de callos con chorizo y morcilla, el entrecot de cebón a la parrilla con pimientos rojos asados y ahumados, el arroz negro con sepia y alioli, la dorada a la sal aromatizada con pimienta, su bacalao fresco con sanfaina, el arroz caldoso con pescado y langostino, su secreto ibérico con costra de patata, la merluza en salsa verde con almejas y espárragos blancos o su steak tartar, si lo tuyo es el show cooking, para saber que la elección ha sido la correcta. Si no quieres faltar a tu palabra y dejaste hueco para el postre, pide que te traigan la Sacher deconstruida o la panna cotta de Baileys, pues nada te vendrá mejor para hacer una buena digestión.
