Keanu Reeves, todo un icono homoerótico

Porque si no te acuerdas, el actor de Drácula de Bram Stoker, Matrix, Speed y un puñado de thrillers (de esos que pueden ser buenísimos o malísimos), también tuvo su incursión en la temática LGTBIQ+.

Keanu Reeves, todo un icono homoerótico

Y es que en un momento en el que recibimos como jarro de agua fría que Joaquin Phoenix haya dejado tirado, a 5 días del inicio de rodaje en Guadalajara (México), al director Todd Haynes, que iba a dirigirle en su primer papel gay, recordamos lo mucho que Keanu Reeves encendió a la crítica teatral de los 80 por su papel en ‘Wolfboy’.

Una obra escrita por el dramaturgo, guionista y opinador cultural canadiense Brad Fraser, que en 1984 el director John Palmer estrenaba en Toronto, enfrentando a Reeves con un Carl Marotte sexy como él solo.

Así, a las órdenes de Palmer, Reeves se convertía en un adolescente inocente que se vio envuelto en una relación con un chico trastornado que cree que es un hombre lobo, una obra osada como pocas en un tiempo en el que escritores y dramaturgos intentaban ir colando temáticas homosexuales frente a un público que ya no quería seguir mirando hacia otro lado.

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Una pareja «nerviosa y risueña» que interesó tanto a los espectadores que hasta robaban los carteles de la puerta para revenderlos (fijaos el éxito) y que, sobre las tablas, actuaban con tal naturalidad que su conexión mutua y sincera era innegable. Un éxito al que Bruce LaBruce (amigo de Palmer) quiso homenajear en su red social, despertando el interés y el aplauso de las nuevas generaciones.

Porque aunque, años más tarde (en 1991), Reeves volvería a interpretar otro papel gay en My Own Private Idaho, junto al malogrado River Phoenix, nada como aquella primera e inocente vez con Marotte, que consiguió convertirle en icono y sueño homoerótico pese a los haters que, en la actualidad, piensan que deben ser homosexuales quienes hagan de homosexuales en cine, teatro y televisión. Pero, ¿qué significa actuar? Keanu, Carl, pioneros.