Creado por Philippe Delhotal, el H08 es un ejercicio de armonía: fuerza y ligereza, rigor y fluidez, modernidad y tradición. Su forma cojín —una caja cuadrada con bordes redondeados que abraza una esfera circular— encarna esa tensión poética entre geometría y emoción.
El resultado es un reloj de espíritu urbano y deportivo, pensado para el hombre contemporáneo que busca algo más que un instrumento: una pieza que hable de su ritmo, de su energía, de su forma de habitar el tiempo.
El poder de la materia
En el H08, cada material cuenta una historia. La versión Chronographe, realizada en un innovador composite de fibra de carbono y polvo de grafeno, conjuga resistencia, ligereza y textura única. La corona, con su monopulsador naranja, añade un toque de osadía; un detalle que recuerda que Hermès domina el arte del equilibrio entre sobriedad y vitalidad.

Su esfera negra revela destellos naranjas, índices luminiscentes y agujas de oro negro que bailan con la luz. En el interior, el movimiento de manufactura Hermès H1837 late con precisión suiza, impulsando un cronógrafo que combina rendimiento y elegancia silenciosa.
Tonos que respiran
Las nuevas versiones del H08 amplían la paleta: cemento, negro, reflejos plateados… y un toque inesperado de color —verde, azul, amarillo o naranja— que se asoma en el segundero, la minutería o la junta del cristal. Como un guiño a la vida que vibra dentro del diseño.
El conjunto se completa con correas de caucho estructurado, inspiradas en los tejidos de Hermès, que aportan una textura sensorial irresistible.


Más que un reloj, el Hermès H08 es una declaración: el tiempo puede ser técnico, sí, pero también táctil, sensual, contemporáneo. En cada línea, en cada reflejo, Hermès reafirma su visión: el lujo no está en poseer, sino en sentir.
Texto_Juan Antonio Gómez, DEAR director
