Y es que el actor del momento se convertirá muy prontito en uno de los más famosos esperpentos de la historia a las órdenes de uno de los directores de cine que más visibilidad ha dado al colectivo más monstruoso.
Ni que decir tiene, la obsesión que las estrellas de Hollywood (y los actores en general) tienen por salir de su zona de confort en papeles que se alejen radicalmente de su propia esencia y/o personalidad. Papeles que, de haber una transformación física de por medio, llaman la atención de esas estrellas acostumbradas a tener que aguantar imponentes enfoques de cerca, demostrando que siguen estando en la brecha en una industria que los quiere jóvenes, guapos y con buen tipo porque, de lo contrario, siempre les quedará un papel secundario.
No es lo que le pasa a Jacob Elordi, el niño bonito de cualquier director de nueva hornada y de esos fans que se agolpan ante la pantalla de su móvil para exprimir al máximo series como Euphoria o franquicias adolescentes como The Kissing Booth, al que ahora Guillermo del Toro le ha puesto en el brete de tener que enfrentarse a la creación de aquel moderno Prometeo, que creara Mary Shelley en 1818.
Un papel radicalmente opuesto a sus recientes trabajos en Saltburn (¡os la recomiendo1!) o en Priscilla (como Elvis), y que al nombre de Pretorius reunirá a Oscar Isaac, Mia Goth, Christoph Waltz y a un Elordi, en su momento, que sustituye a Andrew Garfield. ¿Tiene o no buena pinta? Seguiremos informando.