Madonna lo peta en Río

Solo una reina del pop como ella podría conseguir reunir a a 1,5 millones de personas en la playa de Copacabana, y sin esfuerzo

Madonna lo peta en Río

Eran muchos los que auguraban algo histórico y, seguramente, los que asistieron a este concierto gratuito en la playa, atesorarán en su memoria durante años este recuerdo imborrable. Y es que Madonna, una vez más, no defraudó.

Los que se reían de ella por su edad (65 primaveras tiene la diva, y ahí está), vuelven a tener que darse un puntito en la boca, pues la americana demostró, otra vez, que lo suyo es montar el espectáculo. Como testigos, hordas y más hordas de admiradores, curiosos y locales sin más, que no pudieron rechazar la invitación de Madonna a pasar una noche única en una improvisada pista de baile al aire libre.

Toda una infraestructura de 812 metros cuadrados montada a pie de playa (Madonna hizo construir una pasarela que comunicaba su habitación de hotel con el escenario sobre la arena) sobre la que «la ambición rubia» repasó nada más y nada menos que cuatro décadas de éxitos sin fin para hacerles olvidar los 30 grados que estaban cayendo.

Dos horas de show en los que la americana no dejó que la fiesta decayera al ritmo de ‘Vogue’, ‘Live to tell’, ‘Music’, ‘Express yourself’, ‘Like a virgin’ o ‘La isla bonita’, canción para la que se enfundó la camiseta de la selección brasileña de fútbol y que hizo que las masas ya perdieran la cabeza.

También hubo sinceros homenajes a las personas fallecidas por el VIH/SIDA (como su amigo Freddie Mercury, Herb Ritts o el artista Keith Haring) y a los afectados por las inundaciones y derrumbes de Rio Grande d Sul, a los que donaba 2 millones de dólares para paliar las pérdidas. Sin duda, una noche de lo más emotiva, de lo más movida, de lo más Madonna. Larga vida.

Foto portada: Agencia EFE.