Y es que las "Islas Afortunadas" son un sí siempre y en todo momento. Mucho más ahora, que tenemos que exprimir lo que queda del verano (sí, aún estamos en verano). Un destino de lo más interesante y pintón donde ya sea en El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote o en La Graciosa encontrar mil planes por hacer y todos fetén.
Un caprichito que nos pegamos y que en esta ocasión limitamos a una isla, porque si no... menudo trote. ¿Que cuál de ellas? Pues a Gran Canaria, ni tan mal. Por eso te he preparado un plan... que ni una agencia de viajes. Vienes, ¿no?
La tercera isla del archipiélago en extensión y altitud es, sin duda, todo un paraíso. Y no porque Will Smith, Karla Sofía Gascón, Maluma o la triunfita Ana Guerra (mejor canaria que cantante) hayan compartido con todos nosotros las bondades de unas tierras que suenan a isas y folías y saben a delicioso gofio recién hecho (no apto para cualquier piquito), sino porque desde el momento que pones el pinrel en la isla, todo te viene bien.
Porque desde Arucas hasta Agaete, sin olvidarnos de Valleseco, Teror, Gáldar o la propia Las Palmas de Gran Canaria, con sitios para enmarcar, las oportunidades son infinitas para conocer, visitar, degustar y brindar con todo lo bueno que tienen que ofrecernos.
Si te apetece un buen gofio y pescados para aburrir, El Padrino es la mejor opción. La cocina regional canaria no se entendería sin este auténtico reducto de la gastronomía de la zona que empezó haciendo bocadillos allá por 1974. Un negocio familiar regentado por la segunda generación, que sigue disponiendo y proponiendo los mismos pescados frescos y mariscos salvajes, carnes y arroces, que han hecho que tus padres y abuelos hayan salido de allí con la tripa bien agradecida. Ni se te ocurra salir sin probar sus deliciosas papas o ese sancocho que no gusta a todos, pero que a los que les gusta, obsesiona.
Si, de lo contrario, lo tuyo es carnaza directa del animal. Esa carne rica en su punto, sangrante o pasada (porque así te gusta y no lo vamos a discutir), El Churrasco Las Palmas es el place to be de los colmillos afilados de buen gusto. Un restaurante donde las empanadillas criollas y las setas empanadas con alioli casero anticipan la verdadera fiesta de la proteína que supone tomarse unas mollejas de ternera, un entrecot a la mantequilla o un lomo bajo de vaca de trabajo con mucho mimo cortado en mesa. ¿Qué bebemos? Pues cualquiera de las propuestas de la Familia Gil, que cuenta con la venia del más sibarita.
Si buscas un sitio modernito donde, además, se coma bien, tus coordenadas te dirigen a Triciclo, un viaje a golpe de pedaleo que te permitirá saborear unas croquetas de cigalas con alioli de pera asada, unos dumplings de cochinillo segoviano con salsa de setas, un tartar de tomates aliñados con cítricos, aguacate y mozarella ahumada gratinada, unas albóndigas de cherne en salsa de azafrán con pappardelles frescos trufados o un fish and chips de pescado canario acompañado de guisantitos salteados, papitas bien crujientes y tártara thai... ¡en pleno centro de Las Palmas!

¿Eres más sibarita que un cerdo 'hueletrufas'? Tenemos lo que necesitas: Poemas by Hermanos Padrón. Si quieres rozar el cielo canario con los dedos, prepárate a sentir más que Merche en toda su discografía o Phil Collins a la batería. Y es que este estrella Michelin de autor tiene todo lo necesario para hacerte explotar la cabeza y provocarte que mueras de puro gusto. Recetas clásicas de los Hermanos Padrón (y otras más recientes) marcadas por su predilección por el producto de mar, a través de una propuesta de dos menús degustación que hacen de la visita al restaurante un viaje de sabores para el recuerdo. Un deleite culinario al más alto nivel (y mejor servicio en mesa) que al son de bocados de nori, rulos de quisquilla, tartaletas de carne madurada y gelée de consomé o de bogavante, miso y botarga nos adelantan lo muy a la altura que estarán sus tomates encurtidos y pil pil de bacalao, el turrón de morcilla canaria con praliné de almendras, la sopa de cebolla y brioche de queso Flor de Guía, el cherne con blanco de cherne (obigación no saltárselo) o el cuello de cordero con mentas escabechadas, nos dan idea de lo que se cuece por Canarias, que es mucho y demasiado bueno para seguir obviándolo. Vinos como un Envínate (Parcela Margalagua, 2023) de Tenerife o un Bien de Altura (Ikewen, 2019) redondean la experiencia. El mise en place, como se espera de gente con talento.
Para bajar semejantes propuestas, tengo varios planes que, seguro, contarán con tu respuesta afirmativa:
Destilería Arehucas
Situada donde en 1884 fue inaugurada en Arucas, Gran Canaria, La Fábrica de San Pedro, dedicada a la producción de azúcar fundamentalmente y, en menor medida, a la elaboración de aguardientes de caña y ron, la Destilería Arehucas comenzó su andadura oficial desde 1940 y con Don Alfredo Martín Reyes como su gestor. Una interesante expedición donde la tradición, el buen hacer y mejor sabor de un producto tan canario como el propio plátano han provocado su expansión y su colaboraración en la comunidad social y cultural de Canarias, porque ante todo hay que ser agradecido. Una historia centenaria labrada por su prestigio y una selecta carta de rones que del Carta Blanca al Arehucas 7, pasando por el Arehucas 18 o el Blanco Selección Familiar, nos guián hasta nuestro destino destilero o, lo que es lo mismo, al disfrute y paladeo de su Capitán Kidd, un ron dulce y muy complejo con muchas notas de vainilla, mantequilla y chocolate, con más de 30 años de reposo en barrica de roble. Sus licores o ronmiel completan la sobremesa ganadora.
Hacienda La ReKompensa
Regentada por Rubén García Jiménez y Katleen Van den Bosch, desde 2012, con el fin de darle su sitio a la fruta más consumida en el mundo, esta plantación de plátanos nos resuelve cualquier duda sobre su pasado, presente y futuro. El primer Centro de Interpretación del plátano de Gran Canaria y el único de todas las Islas Canarias y de Europa, que tiene plantadas 33 variedades diferentes de plataneras (y sigue en continúa y activa búsqueda de nuevas variedades) y que, abierto todo los días de 10h a 17h, propone visitas guiadas, experiencias gastronómicas en torno al plátano e, incluso, la opción de acoger eventos pequeños y grandes, reuniones, almuerzos y cenas de empresa, presentaciones y congresos gracias a la extensión de la hacienda tras recuperar tierras en desuso, en Arucas, desde 1965.
Finca 'La Laja'
En Valle de Agaete y bajo el dominio de las Montañas de Tamadaba, nos encontramos con un lugar donde parece detenerse el tiempo porque el olor a café arábica así lo merece. El único lugar donde se produce café en el continente, donde el café es natural, no lleva añadidos de ningún tipo, es de tueste medio y se toma solo. Sin azúcar ni leche. Un oasis que, sin tener presencia online (porque tal es el fervor del visitante, que venden allí toda la producción), se lo sigue apostando todo a la economía circular desde que hace 40 años los Manrique de Lara, familia terrateniente malagueña, dejaban atrás su historia de 5 generaciones en el valle. Así, junto a un café excepcional (cultivado durante dos siglos) y absorviendo ese agua cargada de hierro y azufre tan provechosa, también, para frutales y viñas (que se añaden a la ecuación), hacen tres vinos blancos, uno rosado y uno tinto, a partir de listán negro, malvasía aromática y volcánica, tintilla y moscatel. Cinco variedades prefiloxéricas, con las que su bodega 'Los Berrazales' produce 40.000 botellas al año, que dispensan solo en 'La Laja’ y en ‘La Casa Romántica’, el restaurante de que disponen. ¿Puedes creer que aún siga siendo una parada desconocida para los propios canarios?
El Lagar de Ángel
Pasar de taxista a alquimista de una sidra, que no es asturiana, daría por lo menos para una serie, y es que la vida de Ángel Domínguez dio un vuelco cuando le dio por comprar un antiguo alpendre donde cultivaba manzanas. Un buen día, su amigo Mundo le preguntó que qué hacía con tanta manzana, que por qué no hacía sidra y él, ni corto ni perezoso, aceptó el órdago y tras formarse un poco, comenzó un nuevo viaje, y no en taxi, en 2010 que, a día de hoy, le reporta una producción anual de 6.000/7.000 litros en El Lagar de Valleseco, sidra natural y sidra espumosa que han situado al pueblo entre las coordenadas de las mejores sidras de España, del mundo. Un suma y sigue que a golpe de acierto y error, que le han permitido que sume dos medallas de oro y dos de plata en el Catavinum World Wine & Spirits Competition 2025 a los aplausos, ovaciones y más de 20 premios que lleva a la espalda este aruqueño que vende en comercios de Valleseco y en La Molina y en el Mercado de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria), y sigue viviendo "con los pies en la tierra y los ojos en el cielo". Prueba su espumoso brut, categoría Premium, y fliparás.
Salinas de Tenefé
Al sur de Gran Canaria y en una comarca conocida, hace años, como la de la miseria por la cantidad de cantos rodados, viento y falta de agua (que impedían cualquier cultivo), encontramos estas bellas salinas de Tenefé, cuyo nombre hace referencia a aquellos marineros que al acercarse a su mar agresivo por los vientos alisios clamaban "que había que tener fe en Dios” para conseguir cruzar la zona con vida. Curiosas historias de hombres de mar que en Pozo Izquierdo cuentan con orgullo, mientras estas salinas tras las que nos topamos con los Navarro (Manuel, José y Chano), unos lunáticos con gran talento y mucho salero, que retoman un oficio de esos de padres a hijos y mucho arte con el rastrillo con sus casi 400 pozos cristalizadores bien activos, que miman esa sal que comercializan con la venia de los vientos caprichosos que pueden soplar como les venga en gana y que, a ojo, saben cómo interpretar. Una tradición que poco a poco ha evolucionado (antes usaban el molino de viento para bombear de agua y hoy usan bomba eléctrica), pero que no ha evitado que el fin siga resultando auténtico ni que la Dunaliella Salina, (una microalga que segrega grandes cantidades de betacaroteno y que tiñe el agua de rosado) siga sobreviviendo a semejante grado de salinidad. Sal gruesa, en escamas o flor de sal (la niña bonita, la premium), cargada de oligoelementos, baja en sodio y más umami que el propio umami, allí, donde las salinas son las únicas que mandan y onde sus más de 100 toneladas al año (solo con el 50 % de la producción de sal) de sal marina canaria es batida por las mareas y el capricho de la luna.
Y, ahora, un poco de descanso en...
Hotel Occidental Roca Negra – Adults Only
Ubicado en la marinera Villa de Agaete, al noroeste de Gran Canaria, el hotel es un pequeño paraíso de descanso solo para adultos (edad mínima 16 años). Integrado en la roca volcánica y asomado a un impresionante acantilado, desde el cual se disfrutan las mejores vistas del Teide y del Parque Natural de Tamadaba, el verdadero disfrute llega cuando te das cuente que a 200 m de distancia, se encuentran las piscinas naturales de Agaete, conectadas directamente al hotel y a tan sólo 150 metros, las playas de La Caleta y Punta Gorda. Paraíso en tierra canaria. Ya te lo digo yo.

Hotel Bohemian And Spa / 360º
Si has ido a Maspalomas y todavía no has visitado la 8ª planta del hotel Bohemia Suites & Spa, no sé lo que estás pensando. La obligación se presenta absoluta y nosotros no queremos poerder la oportunidad de visitar este lugar único, con unas vistas exclusivas tanto en el interior como la impactante panorámicas que del Océano Atlántico y las dunas de Maspalomas poseen. Una maravilla, en todo el significado de la palabra, que invita a tomarse una copa para admirar la puesta de sol y proseguir la fiesta en su restaurante 360º al son que marquen su steak tartar de vaca madurada con berenjena frita y miso de palma, la ensaladilla de salchichón de vaca con mayonesa de pistachos y alcaravea, el salmorejo de zanahoria con jenjibre y sardina ahumada, las croquetas de potaje canario, su arroz meloso de chocos y alcachofas, el gazpachuelo con lubina y habitas confitadas o una presa de cochino con reducción de sangría y mojo de plátano asado, que es para ponerse de rodillas y postrarse ante la isla de las montañas volcánicas.
Y el broche de oro lo ponemos en...
Tasca Alma
En pleno barrio de Vegueta (que me encanta porque me suena a Bola de Dragón) nos topamos con el bonito sueño gastronómica de Jessica Lugo, una mujer de raíces bodegueras y cafeteras y eterna sonrisa sincera que sabe cómo hacerte sentir en casa porque ha nacido para ser anfitriona. Junto a su hijo (que le echa una mano mientras se va sacando sus estudios), saca pecho por esta pequeña tasca situada en uno de los barrios más molones de Las Palmas de Gran Canaria y donde el producto de la tierra y los tiempos tranquilos son los que provocan que nos apuntemos el sitio para volver. De este modo, la relación de amor culinaria se establece gracias a platos como su burrata canaria (quesería Mansueto) con escarcha de tomates de La Aldea de San Nicolás de Tolentino, tartar de atún rojo macerado en tuno indio con yema de huevo semicurada con perlas de trufa y mango, sus huevos rotos con chorizo de Teror y crumble de gofio, el rejo de pulpo glaseado con mojo y miel sobre base de puré de papas y plátano o esas arrubravas con las papas de Finca 'La Laja', que son para rebozarse la cara con ellas con gula. Sin duda, un orgasmo culinario en toda regla, que ya nos hacía falta.
¿Te he dado o no te he dado excusas suficientes?
Ya dejamos para mañana, lo de acercarnos al Yumbo.
Texto_Bru Romero