Texto_Bru Romero
Y es que con los dos pies puestos en estos fríos heladores que nos seguirán refrigerando las patitas un rato largo, los Dsquared2 marcan el camino de lo que llevaremos el próximo año (por estas fechas, más o menos) sin dejar de dar esa idea de que la vida es un juego ("life is a game") y hemos venido a hacer lo propio. De esta manera, activan su tributo para aquellos que viven al límite de sus posibilidades, también, estilísticas.
Tirando de referencia canadiense (que para eso son originarios de allí), Dsquared2 plantean los looks de esta cole como armaduras contra las bajas temperaturas en clara referencia a los Juegos Olímpicos de Invierno.




Looks cómodos, prácticos y que a través de tejidos y combinaciones que no se esperan, se proponen y disponen para esos fashion victims que hayan venido a jugar o a mirar el toro desde la barrera, pero que quieren lucir estupendos.
Bombers con borrego y denim, camisas, camisetas y parkas que se yuxtaponen, volúmenes que se disparan y leñadores 2.0 que vuelven a casa por Navidad. Exploradores bien jugones en chinos formatos maxi, botas, chalecos, plumas, no menos gigantes sombreros (para que no se enfríen ni las ideas), franelas, diseños en espiga, tejidos gamuza o la más radical deconstrucción de un denim (que no nos abandona ni con agua caliente) y estampados gráficos y/o garabatos con regustillo ochentero que, otro invierno, serán capaces de acompañarnos para calidez de nuestros cuerpillos serranos que quieren seguir jugando, porque esta vida va de eso.


