Domenico Nicastro, frescura y profesionalidad nocturnas

Las noches de jolgorio y juventud de Domenico Nicastro son, para él, algo más que un bonito recuerdo. Simbolizan el despertar de su vocación coctelera y, por ende, el comienzo de un viaje de aprendizaje constante que todavía no ha terminado.  


Domenico debuta en el mundo de los cócteles y el ocio nocturno gracias a las fiestas privadas; trabaja en ellas como bartender, y confirma tras esta experiencia su devoción por la profesión. Sabe, sin embargo, que sería idóneo iniciar un proceso de formación. Por este motivo, se marcha a Milán, meca del salir y el beber. Allí, se inscribe en Aibes, una escuela de coctelería aclamada por su equilibrada enseñanza, que contempla tanto las técnicas clásicas como las más vanguardistas. Además, Aibes le permite completar sus prácticas en varios sitios de renombre, como el Café Atlantique. 

Una vez formado, pasa a ocupar el rol de bar mánager, en nada más y nada menos que el emblemático El Pirata, en Ibiza. Sin embargo, el ansia por descubrir otros sitios —habitual, tal y como ratificamos siempre en esta sección, en los cocteleros— lo supera, y decide irse de nuevo. Esta vez, aterriza todavía más cerca, y para quedarse: Barcelona. El escogido para recibirle en la Ciudad Condal es El Negro, local en el que dilata su experiencia y sus habilidades, y que le permite profesionalizarse en un contexto más urbano. 

Viento en popa a toda vela, Nicastro decide abrir su propio bar en 2008: Why Not, bajo su gestión a lo largo de unos trece años. El local recibirá durante este tiempo elogios y alabanzas, producto de una clientela que celebra tener al fin un lugar sagrado en el que «huir de tópicos de la coctelería» y «olvidarte de bármanes decrépitos con americana», sin, no obstante, «dejar de lado la calidad». 

Ahora, tras poner fin a su proyecto más personal, podemos encontrar a Domenico como head bartender en Nuts Indulgence Club, un local de alto standing y alta coctelería, que nos invita a sumergirnos en su ambiente distinguido y en sus brebajes sofisticados. Después de más de veinte años de trayectoria, Nicastro ha hecho bandera de su creatividad, y sigue siéndole fiel a su compromiso con los clientes: les regala, también en este nuevo hogar, experiencias únicas e innovadoras. 

El arte de Domenico es, a todas luces, puro esmero e inventiva, por lo que no es de extrañar que lo encontremos en un sitio que se autodefine como «una oda a lo extravagante y excepcional». Nuts Indulgence, local de personalidad arrolladora, nace de la mano de Josep María Morera, fundador de la coctelería, y de Lázaro Rosa Violán, reputado diseñador de interiores y artífice de la atmósfera vibrante del lugar. Os advertimos, así pues: si os acercáis a la esquina de Muntaner con Rosselló, corréis el riesgo de ser engatusados por el aroma de los cócteles de Nicastro. Además, para que nos lo imaginemos con todo detalle, cuenta que los prepara con frutas frescas del día, y que los hielos que añade a sus mezclas son especiales, para así garantizar la calidad y frescura de sus creaciones líquidas.

Para quienes estéis planeando una visita, añadimos un dato interesante: el club cuenta con dos salas. Por un lado, tenemos la «esplendorosa» The Room Club, en la que deleitarse al son del jazz y el soul (¡y en directo!). Por el otro, The Library Room, cuyos visitantes son invitados a sentirse como si estuvieran en el Orient Express. Esta última ofrece una experiencia más privada, para quienes prefieran disfrutar de su cóctel con total intimidad. Finalmente, Domenico ha escogido un cóctel dulzón para nuestro número invernal, con notas de avellana y naranja. A falta de postre…, ¡buenos son los cócteles! 
 

Domenico Nicastro dear invierno 2

Dear cóctel: 
 Zumo de naranja natural 
 Sirope de avellana 
 Whisky Rye
 Decoración: piel de naranja y cereza al marasquino
 Licor de cacao

 

Texto: Laura Càmara