Bueno, y contra el dolor, la depresión y todo lo malo que te inquiete, atormente o perturbe.

Entendemos que ya sabes a qué nos referimos, y es que son en esos momentos en los que nuestra cabeza va a estallar (y los problemas se acumulan) cuando un simple abrazo puede resultar más sanador y efectivo que tomarse un tranquilizante o pastilla para dormir. Menos químico, más físico.

Y así lo constatan un grupo de investigadores alemanes y neerlandeses que, tras analizar más de 130 estudios a nivel internacional sobre el tacto a los que se sometieron en torno a 10.000 participantes, han llegado a la conclusión de que el poder de un abrazo puede ser la mejor cura contra el dolor, la ansiedad e, incluso, los estadios depresivos.

Unas conclusiones publicadas en la revista Nature Human Behaviour que nos sorprenden a los que estamos acostumbrados a abrazar en un momento en el que ese tipo de muestras de cariño escasean, y la gente está más pendiente de hacerse mala sangre frente a la pantalla del móvil, que de la vida que sigue pasando a su alrededor.

El cruce de calor humano entre personas sigue manteniéndose, por lo tanto, como la mejor manera de hacer sentir al otro confort, tranquilidad, sosiego entre tanto maremoto de sensaciones contrapuestas, que hacen que perdamos el equilibrio.

Incorporar el contacto físico (consentido, evidentemente) a nuestro día a día (como no tendría que haber dejado de ser) sería una importante terapia al mismo nivel de cualquier otro tipo de intervención sanitaria similar, una práctica manera de repartir un amor que sana y que tanto necesitamos todos. Tengamos ansiedad o no.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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