Y es que si el mes pasado, nos dejaba a todos aplaudiendo su interesante desfile de alta costura tonal, ahora lanza “High Summer”, el aperitivo al que nos invitó en su anterior desfile en el Musée des Arts Décoratifs, y se convierte en colección cápsula veraniega.
Una edición limitada, en puro blanco, para él y para ella, inspirada en el legado que Estados Unidos dejó en el armario deportivo durante los años 20 y 30, del siglo pasado.
Una mirada atrás con la que recordar a aquel personaje de Scott Fitzgerald, al que siempre hemos visualizado como bello Robert Redford, que de impoluto blanco apuesta por el minimalismo más sofisticado como auténtico partner in crime de lo que se tercie.
Estética y funcionalidad para apostar por la mínima expresión del buen gusto, que el diseñador Thom Browne recoge como guante a reinventar.
Cárdigans Milano en algodón, chaquetas de cuero y punto en canalé, americanas y faldas plisadas, pantalones tipo rugby o sencillos polos para disfrutar de los meses con más sosiego del año, mientras esperamos que vuelva septiembre o que se case Browne con su pareja Andrew Bolton, y nosotros sigamos celebrando blanco sobre blanco.
