Aunque, de primeras, pudieras creer que es una afrenta gratuita a un estilo (el de los 80) excesivo y arriesgado, simplemente decirte que no es eso, es que lo que se lleva es el lado más minimalista de las décadas en las que diseñadores como Gillis Lundgren, Karin Mobring y Ehlén Johansson revolucionaban IKEA y, como todo vuelva, no está de más que se recuperen algunos de sus clásicos.
Así, el espíritu futurista y talento funcional de estos tres vuelve a convertirse en el leitmotiv de la colección Nytillverkad bajo la que encontramos en muy peculiar y exclusivo catálogo de mobiliario y objetos para tu casa, que harán las delicias de los amantes del diseño más puro, del diseño más práctico, pero pintón.
Una colección ya disponible tanto en tienda como online que nos permitirá remodelar esas habitaciones de la casa que ya te piden un lavadito de cara y a las que le irán que ni pintado esa mesa Baggboda (inspirada en el movimiento Bauhaus), la butaca reclinable Dyvlinge (inspirada en los coche de baja altura), el jarrón Skogstundra (antes fabricado en esmalte y, ahora, en gres), la llamativa alfombra Bullerremsa o la comodísima butaca Sotenäs, diseñada en aquel 1969 de expediciones a la luna. Si no pones tu casa a capricho es porque no te da la gana.