Un marco inmejorable de lo más elegante dividido en cuatro ambientes (Sala Principal, El Jardín, Atelier y The Bar) y el chef Mario Vallés encargado para darte de comer en este bello paraje al aire libre en el barrio de Salamanca. Un pulmón gastronómico donde el cocinero colombiano eleva el listón porque puede hacerlo, haciéndonos disfrutar con una selección de bocados deliciosos y platazos que nos desarman.
Una carta lista y preparada para esas papilas gustativas ansiosas de disfrutar de pleno y para aquellos comensales que quieran que se le den todo mascadito. Una apuesta sencilla y directa, que no atiende a tonterias virales y sí al producto por encima de todas las cosas, como podemos observar en opciones como su terrine de campagne de codorniz con pepinillos encurtidos, su croqueta de Mas de Torrent, el steak tartar, su arroz socarrat con alcachofas y trufa de temporada, el cochinillo de Segovia confitado o la hamburguesa con patatas pont neuf, que con un Dry Martini o un buen vino entran de lujo. Así, ya podemos aguantar el apagón que sea.