Porque los que ya se han dejado caer por Santiago Ultramarinos, saben que este restaurante es todo un acierto para el paladar. Un lugar donde recordar tiempos de antaño nos sabe muy ricamente, y si es entre buenos vinos por copa y cervezas bien tiradas mucho mejor.
Una taberna con vistas estadio al que dio nombre Don Santiago Bernabéu donde los clásicos se han convertido en la especilidad de la casa y los amantes de las gildas, los bikinis bien contundentes y el laterio en su versión pro son el reclamo de unos fieles que vuelven donde fueron muy felices. Allí mismo.
Así, Santiago Ultramarinos se erige como perfecto enclave para festejar por festejar y llevarte a tu padre del brazo para que disfrute de lo lindo entre boquerones en vinagre, mejillones en escabeche, gambitas de Huelva, quesos y chacinas varias, torreznillos de Soria, pimientos rellenos de puchero, tartar de navajas, ensaladilla rusa o ensalada de tomates sin más, rabo de toro estofado con patatas, lubina en salmuera con huevo poché, albóndigas de ternera y un gildón, si te quedaste con el come-come. Gastronomía de toda la vida, mirando a tu papi con orgullo, ¿qué más se puede pedir?