Ponemos rumbo a la colonia del Manzanares (Moncloa-Aravaca) porque no solo se va a comer bien en centro. De ahí, que de camino tengamos al hype tan alto, que con tan solo cruzar el umbral de la puerta de este restaurante regentado por Jorge Muñoz y Sara Peral, a los que recordarás por su paso por Mugaritz, descubramos que no nos hemos equivocado.
Un reencuentro que nos enfrenta a una cocina sincera, sin grandes artificios, apegada al producto de siempre y donde las maneras francesas, pero con una depurada sensibilidad japo, se convierten en el acierto de un Osa de lo más apetecible.
De este modo, Muñoz y Peral, Peral y Muñoz, se encargan de demostrarnos que 2 Soles Repsol no se los regalan a cualquiera, al ritmo de una cocina donde el brutalismo es la especialidad de la casa y su capacidad para 20 comensales, una oportunidad verdaderamente exclusiva para gozar como nadie. Un restaurante diseñado por Schneider Colao Studio, capaz de transmitir el minimalismo para potenciar el protagonismo de cada plato de cualquiera de sus dos menús degustación (OSA y osa).
Un verdadero alarde de virtuosismo entre opciones como su cabeza de jabalí envuelta en careta de cerdo y rellena de lengua y carrillera, el salmonete de Chipiona en costra de tempura con mayonesa de hierbas, el ‘Zampone’ con garbanzos de Daganzo, su pimiento chocolate con pilpil de bacalao de las islas Feroe, la codorniz engrasada y albardada en hoja de parra tipo ‘royal’, su guiso de gurumelos con salsa española de garnacha y láminas crudas, la anguila salvaje de Foz, su faisandé de codorniz o zorzal, la trucha del río Vero, el rillete de conejo sobre crema de ajo asado y zanahoria baby o un chuletón de lombarda con civet de verduras y setas reducido a demiglace porque como en la vida, nos encanta experimentar. Un vinito y ¡buen provecho!
