Ahora, nos dejamos pasar por Zuara Sushi, y desbloqueamos una obsesión que no sabíamos ni que teníamos.
Que disfrutemos frente a la barra es, quizá, la máxima del cocinero David Arauz y su compinche Álvaro Prieto, sumiller de nacimiento. De ahí, que no dejemos por más que disfrutar en Zuara Sushi, otro de los templos de la cocina japonesa, pero ahora en Tetuán, y donde su gran talento y predisposición convierten a este lugar en toda una obligación si tu paladar te pide sabores orientales.
Un local de 12 sillas y servicio más que impecable donde disfrutar de la tradición milenaria de un país que no cesa de sorprendernos, y que gracias a platos como el foie de mar de hígado de rape macerado en sake con soja y jengibre, los guisantes lágrima con lubina y untosa yema madurada, el sunomono con espárragos, los nigiris de quisquilla de Denia, urta, hamachi, anguila del Delta del Ebro, el aburi toro-bichotan o la sopa de miso rojo con caldo de tuétano y toque de cebolleta y parmiggiano de Arauz, nos obligan a quedar sin palabras y a seguir usando la boquita para no perdernos ni uno solo de los matices de una cocina sin par.