Y si no que se lo digan a los que hoy se aproximan a la urna donde descansa el cuerpo de Carlo Acutis, en el Santuario della Spogliazione, desde que falleciera a los 15 años, en 2006, a causa de una leucemia.
Una enfermedad que cercenó la rutina de este este estudiante inglés, aunque de origen italiano, aficionado programador y conocido por documentar milagros eucarísticos y apariciones marianas, aprobadas por todo el mundo, para catalogarlas en la web miracolieucaristici.org, antes de fallecer. Una labor que a muy pronta edad le interesó, pues a pesar de criarse en una familia no practicante, siempre mostró gran interés en llevar una vida piadosa (visitando ancianos y ahorrando dinero para dárselo a los más necesitados) y rezar en cualquier iglesia que se le pusiera por delante, cuando viajaba con sus padres.
Una costumbre que fue a más hasta reconocérsele dos milagro atribuidos a su intercesión, uno en Brasil (en 2013), cuando un niño con una enfermedad en el páncreas se curó tras besar una reliquia de Acutis, y otro en mayo de este mismo año, cuando la hija de una creyente que había rezado frente a la tumba de Acutis, en Asís, comenzó a respirar sin respiración asistida tras un accidente de bicicleta en Florencia. Motivos más que de peso para canonizarlo.
Aunque, en un primer momento, el Papa Fancisco quiso celebrar la canonización el pasado 27 de abril, su muerte el día 21 de ese mismo mes retrasaría dicho evento, que hoy retoma su predecesor, el Papa León XIV, para hacerlo factible el 7 de septiembre de este año. Un esperado momento para los más de 1 millón de fieles que ya han visitado su cuerpo "íntegro, no intacto", que confirmaría el obispo de Asís, Domenico Sorrentino, para los que esta celebración supone un mensaje de esperanza en sudadera, vaquero y deportivas, todo un ejemplo para esas generaciones que quieran creer en algo y la figura de este "ciberapóstol de la Eucaristía", les pueda ayudar de algo.
Texto_ Bru Romero
Fotografía portada_ AP
