Mucho se ha hablado de las sustancias psicodélicas pero pocos estudios han llegado a ofrecer una idea tan rotunda como a la que ha llegado el investigador Brandon Weiss.
Según un reciente estudio, las drogas psicodélicas podrían ayudarnos a llevar mejor esos desequilibrios/enfermedades mentales con los que pudiéramos estar luchando. Así, sustancias como el LSD, la psilocibina (el mayor activo de los hongos mágicos) y la ketamina podrían permitirnos manejar más fácilmente el estrés post-traumático, el alcoholismo, la ansiedad o la depresión.
El nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychology, analizó los cinco factores de la personalidad: Neuroticismo, Extraversión, Apertura, Amabilidad y Conciencia, llegando a la conclusión de que si los psicodélicos afectan a nuestra personalidad, es normal que puedan darse casos en los que la transformación del antes y el después sea, del todo, salvadora.
“En primer lugar, las personas parecían informar de que no eran tan pendencieras o críticas en sus interacciones con los demás. En segundo lugar, las personas informaron que se alteraban con menos facilidad por las cosas y estaban menos ansiosas”, explica Weiss.
Un hallazgo que no nos eximiría de caer en dependencias, si se nos fuera la mano y si no estuviéramos vigilados por profesionales que nos fueran administrando las dosis necesarias, por lo que se pide precaución ante esta buena noticia que podría ofrecernos una nueva herramienta con la que combatir esas cabecitas que requieren, también, de su mimo y comprensión. Tan importante como la salud corporal es la salud mental.