Pese a ser uno de las infecciones de las que más se habla a nivel mundial, el VIH está aún en el armario. Una enfermedad convertida en estigma, que la sociedad parece aún no perdonar y castiga con el desamparo y la marginación social. Menos mal que existen personas como Iván Zaro que más allá de ver la vida pasar (que diría Fangoria) sin hacer nada, pone su granito de arena con la publicación de su último libro con el que vuelve a abrir heridas pero para intentar curarlas… definitivamente.

Querer es poder y no hay nada peor para un ciego que no querer ver y a uno que pueda, que no lo intente. La sociedad lleva muchos años mirando para otro lado cuando quiere escurrir el bulto, no ayudar o no hacerse cargo de la necesidad de otros. Pensar, a estas alturas, que una persona diagnosticada de VIH es porque se lo ha buscado, es la falta más grave de empatía y humanidad que podemos mostrar en este segunda década del siglo XXI que comenzamos. Por ello, comenzar a leer La vida a través del espejo. Testimonios de resiliencia frente al VIH es tan doloroso como gratificante.

El ensayo de Zaro, publicado por Punto de Vista, es un acercamiento al testimonio de hombres y mujeres con VIH, historias reales contando en primera persona los procesos vitales que han experimentado desde que fueron diagnosticados. Un texto absolutamente necesario dado el silencio al que parecen haber sido recluidas todas estas personas luchadoras contra su propio destino y que tratan de arrancarse esa etiqueta que les ha puesto un mundo liderado por el qué dirán.

Un viaje sin pelos en la lengua, el que hacemos con este trabajador social y cofundador de la ONG Imagina Más, a través de algo más de 30 años en los que el impacto de este virus sobre el enfermo ha sido todo un calvario, no solo por tener que enfrentarse a ese golpe de efecto en su día a día, a los tratamientos, al desdén social, al proceso de duelo, a la pérdida de amigos en las mismas situaciones o al terror a la hora de enamorarse (y compartir su estado serológico) sino a la resiliencia de este mismo enfermo al comprender que la esperanza es lo último que se pierde y la lucha debe ser constante, el mejor medicamento contra cualquier límite. Porque de esto, también se puede salir.

Un libro que supone un verdadero rayo de luz (ahora que tenemos a Marisol hasta en la sopa) para todos aquellos que tienen miedo, lo han tenido o en algún momento lo tendrán y carecen de referentes en los que apoyarse para vivir semejante batalla. Un libro que desmonta prejuicios, crea puentes y que divulga, por mucho dolor que nos haga sentir, que ante lo desconocido hay que ser más cuidadoso, tolerante y sensible; porque nadie disfruta de estar enfermo, nadie disfruta de que le castiguen por sentir diferente y amar, solo amar y ser amado. ¡Léanlo! Gracias, Iván.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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