En estos momentos raros en los que nos encontramos es cuando más importancia le estamos dando a los recuerdos. A ese tiempo en el que la libertad de movimiento era tal que pocas cosas había que nos ataran y que nos impedían ser capaces de decidir, por nosotros mismo, cuál sería el próximo que dar. Pasos que hace no mucho tiempo nos dirigieron a Arnedo en La Rioja donde la firma Victoria, también interesada por ese sentimiento de libertad y apego a los buenos recuerdos, inauguraba sus instalaciones más sostenibles.
Qué estupendo es viajar y sentirse como en casa. Una percepción que tenemos cuando cruzamos el Parque Empresarial La Maja en Arnedo y ponemos el primer pie en las oficinas de Victoria, un edificio bajo el estándar Passivhaus, donde la sostenibilidad y la innovación permiten una libertad de movimiento y actuación como pocas veces se han visto. 1,800 m2 de oficina y 7,500 m2 de almacén marcados por un sistema constructivo en el que los materiales de aislamiento y cerramiento, los más de 100 paneles fotovoltaicos, los materiales de origen natural (y revestimientos libres de COV), placas de absorción acústica, sistema de gestión centralizada y hasta una estación metereológica para regular el nivel de CO2, la iluminación, la humedad relativa y la temperatura de cada sala hacen posible que el equilibrio estético y el ahorro energético vayan de la mano.
Pero eso no es todo. Si su parte “vista” deja ojiplático al más techie de la sala, su zona de almacenaje mantiene el listón. La zona logística, equipada con 34 robots, permite la gestión automática de cualquier pedido recibido. Un sistema que permite que la capacidad multishuttle sea de 20.000 boxes, lo que equivale a 375.000 pares. Si a estas modernidades le unimos que junto a él encontramos un almacén convencional… la suma de pares Victoria llega hasta el millón. ¿En qué se traduce todo esto? Pues que esta marca nacida en 1915 y española como ella sola acelera los plazos de entrega y duplica su capacidad de respuesta. Y eso, ¿es o no es lo que le pides a una marca? Pues solo te queda lucir un par de Victoria en tus pinreles y apostar, ahora más que nunca, por calzado 100% fabricado en nuestro país y con el mimo y cuidado que solo una empresa de toda una vida te pueden dar. El mismo cariño que puso Gregorio al crear una zapatilla a la que puso el nombre de su «it’s a match» particular (luego esposa). Todo amor (y unas suelas, que como sabrás, huelen superbien). ¡Qué recuerdos!