De esto que un día te levantas con ganas de hacer una excursión, te pateas la ciudad, visitas todo lo oficial (y lo extraoficialmente) visitable y cuando el hambre aprieta, te decides a parar en una taberna de esas de toda la vida para coger fuerzas y, también, para deleitarte con los sabores de la gastronomía de la zona. Pides cuatro chuletones (sois cuatro), unas frituras de pescado mixtas y agua mineral (el servicio de cubiertos aparte) y a la hora de pedir la Dolorosa/cuenta el total a pagar se te clava en la retina del mismo modo que tu corazón queda punzado, herido de muerte… ¿1,143€?

De primeras, podría resultar una broma de muy mal gusto o una pesadilla con cámara oculta tras un par de minutos. Pero no, los cuatro japoneses que hace unos días decidieron pasar a la nada sofisticada Osteria da Luca para comer algo, se llevaron este bonito regalo de uno de los tantos restaurantes dirigidos a ese turismo masivo que recorre sus canales.

 

Una ida de olla de esas que podemos leer a diario en el periódico online El Mundo Today y que sufrieron estos estudiantes de la Universidad de Bolonia que querían disfrutar de la bella Venecia y de todo lo que les pudiera ofrecer. Una vez que los jóvenes dieron cuenta a las autoridades pertinentes, un grupo de periodistas quisieron saber, realmente, lo que costaba el menú pedido. Su cuenta no ascendió a los 82 euros.

El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, que hace unos días veía como normal que a un grupo de turistas se les sirviera a gusto del camarero y se les hiciera pagar, también al gusto del camarero, de manera aleatoria, ha pedido disculpas a estos estudiantes ofreciéndoles un inmediato rembolso de lo pagado.

Un caso más de sobreexplotación turística de una Venecia desnivelada con casi 25 millones de visitantes al año, una política de precios inflada que roza lo irreal y de libre desembarco de transatlánticos en el Gran Canal que no ha hecho otra cosa que meterla en el grupo de ciudades a tratar de evitar como Barcelona o Santorini y que de no cambiar urgentemente puede quedar para siempre en la lista negra de la UNESCO. ¿Por qué nos haces esto Venecia con lo mucho que nos has hecho enamorar?

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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