Ya en 2012, con el estreno de la película Brave, Disney ponía su granito de arena en la carrera feminista que luchaba (lo sigue haciendo) por conseguir un equilibrio entre hombres y mujeres desde el punto de vista social. Un feminismo que no batallaba por demostrar lo fuerte que son las mujeres (ellas no tienen necesidad de eso) sino que combatía (y combate) por cambiar la manera en que se percibe esa fuerza. Algo que la princesa escocesa Mérida tenía grabado a fuego, evitando que por ser mujer se la tuviera que relacionar con un príncipe encantador, de esos que cuando termina la película se encargan de retirarla de su vida laboral fuera de casa para enfrentarse a la rutina del día a día en el hogar. Con Elsa de Frozen se hila mucho más fino.

¿Qué pasaría si además de no necesitar de ningún empoderado y gallardo hombretón, la princesa en cuestión no solo fuera lesbiana sino que, además, tuviera novia? Pues parece ser que este podría ser uno de los puntos fuertes de la segunda parte de la cinta de Disney que se estrenará en 2019. Un giro inesperado pero que ya se rumoreaba por los mentideros de la industria de los sueños infantiles que parece que quieren adquirir la mayoría de edad y acercarse a un público tan olvidado como marginado, respondiendo al hashtag #giveElsaagirlfriend

«Me encanta todo lo que la gente está diciendo y pensando sobre nuestra película, que esté creando un diálogo, que Elsa sea un personaje tan maravilloso que inspire a muchas personas. ¿Qué vamos a hacer con todas esas opiniones, con todas esas voces que claman que Elsa encuentre novia? Tenemos cientos de ideas, conversaciones sobre ellos y somos conscientes de lo que desde las redes sociales se pide. Veremos a dónde vamos”, explica la directora de la cinta Jennifer Lee.

Las voces en contra no han tardado en escucharse y ya claman al estudio americano que no ceda “ante un pequeño grupo de presión de activistas radicales” que pretenden hacer de Elsa su primer héroe infantil LGTBI, enfrentándose a los valores de la familia tradicional (o lo que nos han enseñado que es tradicional). Según los detractores, el que Elsa llegara a emparejarse con una mujer, sería desastroso para la inocencia de los niños que quedarían perdidos, confusos entre tanta sexualidad mal entendida… ¿En serio?, ¿esa es la educación tolerante y empática que queremos para las futuras generaciones? Disney, tenemos todas nuestras esperanzas en tu franca decisión.