El director Luc Besson traviste a Caleb Landry Jones en este drama cargado de purpurina.
Después de peliculones como El gran azul, Nikita, El quinto elemento y Malavita, Luc Besson vuelve a la carga con un película de acción para no bajar el listón. Así, Dogman llega a la gran pantalla como celebrada vuelta a las salas después de 3 años sin estrenar.
Ambientada en Nueva Jersey, Dogman nos cuenta la historia de Douglas, un hombre que fue abusado por su padre, por lo que desde entonces vive atormentado, y ama a los perros, hasta el punto de que es capaz de controlarlos a su antojo. Un día a día que le oprime hasta el punto de marcar cada uno de los actos de una rutina que él vive escapando de la realidad en el cabaret de drag queens en el que trabaja como una más.
Un personaje marcado por la ira travesti que recogió favorables críticas durante la pasada edición del Festival de Venecia, y al que Besson exprime hasta sus últimas consecuencias (y energías) en un rendido homenaje a los personajes más disruptivos e imbatibles de cineastas como John Waters o John Cameron Mitchell, pero con guiño al Joker de Todd Phillips y a esa tenebrosa y dramática belleza estética que Dogman rezuma a raudales y Caleb Landry Jones luce a lo Marilyn. Poo Poo Pee Do!!
Estreno: 2 de agosto.