De primeras, puede parecerte toda una excentricidad de actor joven o de actor simplemente pero no, Timothée Chalamet está en su sano juicio y acaba de renegar de lo que cobraría por uno de sus últimos trabajos: A Rainy Day in New York. La cuestión es que la citada película está dirigida por Woody Allen y, claro, según los tiempos que corren para el octogenario debido a las acusaciones por abusos sexuales, Chalamet ha tomado la decisión de donar el dinero cobrado.

El actor de la peli de moda del año pasado, Call Me By Your Name, saca pecho a favor de todas aquellas mujeres y hombres que en algún momento se han sentido oprimidos y obligados contra su voluntad a tener relaciones más allá de las laborales para poder conseguir un papel o para garantizarse la pervivencia en el show business y da un paso al frente (tras los pasos de su compañera de reparto Rebecca Hall) confirmando que donará lo ganado a tres organizaciones benéficas (Time’s Up, The LGBT Center en Nueva York y RAINN).

“Estoy aprendiendo que un buen papel no es el único criterio a la hora de decidir si rodar una película o no. Esta idea se ha convertido en mucho más fuerte y poderosa durante los últimos meses en los que han aparecido movimientos que han comenzado a luchar por las injusticias, las desigualdades y un silencio que mataba por dentro. Por mis obligaciones contractuales no puedo explicar el porqué de mi decisión de trabajar en una película de Allen pero lo que sí tengo claro es que no quiero sacar ninguna ganancia de este trabajo porque quiero apoyar a aquellos que quieren ser tratados con dignidad y respeto”.

¿Algo más que añadir? Sobran las palabras. ¡Bravo, Timothée! Te has apuntado un tanto.