Si tuvieras que elegir una pieza de mobiliario de la casa con la que más te identifiques, seguramente fueran la cama y el sofá los que antes te vendrían a la cabeza. La cama porque qué seríamos sin una (y bien grande) y un sofá porque no se nos ocurre de otro sitio mejor (después de la cama) en el que pasar las horas ya sea leyendo, viendo pelis o… sí, eso también. ¿Pero nos valdría cualquier sillón? Balenciaga y el artista Harry Nuriev nos echan un cable.

La firma española (perteneciente al grupo francés Kering) y el arquitecto ruso Harry Nuriev presentan el sofá definitivo. Una pieza, una joya, para amantes de lo excéntrico y apasionados de las creaciones más sostenibles sobre la faz de la tierra. Un mueble convertido en obra de arte y creado a partir de ropa de Balenciaga desechada que se se exhibirá en Design Miami, durante la feria Art Basel (del 3 al 8 de diciembre) en Miami.

Un sofá oblongo (ya sabes, más largo que ancho) que se sitúa al mismo nivel de aquel sillón Aston Martin DB6, el Padma Plantation Loft, el Eames o la maravillosa poltrona Frau Kennedee, diseñada por Jean-Marie Massaud, y que en la línea de los típicos sofás reclinables da un paso más, presentándose tapizado con ropa no vendida, con alguna tara o simplemente recortes inservibles de Balenciaga y recubiertas por vinilo transparente desguazado.

Una manera de divertir, asombrar y ser consciente con el medio ambiente que nos rodea, poniendo su granito de arena en esta importancia por ahorrar y, sobre todo, reciclar y así contribuir a una economía circular que no nos haga derrochones y sí consecuentes.

Si estás en Miami del 3 al 8 de diciembre, pásate por Design Miami (en la carpa de la Avenida Meridian y la calle 19 de Miami) que exhibirá esta obra y otras muchas de galerías como la Cristina Grajales Gallery, R & Company, Galerie SCENE OUVERTE, Southern Guild y Didier Ltd. De momento, no podrás llevarte este sofá a tus Netflix & Chill pero sí, hacerte a la idea.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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