Las noches madrileñas existen en dos formas: pre-dos de la mañana y post-dos. Si eres de los primeros, te aconsejamos ir a la cocina, abrir el armario, sacar los cereales, servir con abundante leche y disfrutar de un agradable paseo mañanero. Y ya. Deja de leer. Fuera de aquí. Si, por el contrario, eres de los segundos, estás en el lugar indicado. Olvida las dietas, el ejercicio y la vida sana. Bienvenido al pecado en forma de desayuno neoyorquino: el brunch.
Rayen Vegan
Calle Lope de Vega, 7
Generalmente abogamos por los brunch grasientos porque es lo que te pide el cuerpo tras una noche movidita, pero ¿y lo bien que queda lo vegano en Instagram? También existe la posibilidad de que seas vegetariano y estés harto de recomendaciones ovolacteocarnívoras. En cualquier caso, tenéis que probar los sándwiches de la casa.
Unos 13,5€
El Brunch del Wellington
Calle Velázquez, 8
Los desayunos a media mañana del Wellington son de bodegón. Para retratarlos en un lienzo, vamos. Y probablemente siga costando más el desayuno, porque es arte y tu lienzo, no. Pero no te culpes, no es que tus dotes artísticas sean infames, es que el brunch cuesta un ojo de la cara. Eso sí, en pocos sitios vas a poder desayunar langostinos y mejillones.
55€, nada más y nada menos.
Carmencita Bar
San Vicente Ferrer, 51
Huevos benedictinos con aguacate (o salmón) y un Bloody Mary, ¡por favor!. Solo con pensar en ello a uno se le quita la resaca y es que, además, estamos ante una opción clásica en el circuito de media mañana. Desde la web te recomiendan reservar para que no hagas el camino en vano, que a esas horas cuesta andar.
11€ el brunch. Una delicia.
La Candelita
Calle Barquillo, 30
Para dejar de lado el brunch más tradicional os traemos una fusión entre diferentes cocinas latinoamericanas. Aparca un rato los huevos benedictinos y sumérgete en la dictadura del cilantro y el cítrico. Un consejo: pide las arepas.
19,5€, algo caro, pero muy rico.
Ojalá
Calle de San Andrés, 1
¿Quién dijo que Madrid no tiene playa? Vale, no es como te la imaginas, pero tampoco vamos a ponernos quisquillosos. Es verano y, en el centro, cualquier arena vale. El local es una monada y, si no lo conoces, merece la pena. Además, tiene un pro: es bastante barato, así que, lo mires por donde lo mires, vas a disfrutarlo.
Entre 9€ y 14€. Que me lo quitan de las manos.
Estas son nuestras propuestas. Sabemos que tirando una piedra daremos a algún comensal disfrutando tranquilamente de un desayuno, pero como solo hemos elegido cinco, el resto tendrán que esperar a futuros artículos.