En un mundo actual en el que tenemos tanta sobreinformación es normal que no podamos estar a todo y que haya millones de cosas que nos pasen de largo sin que ni siquiera sepamos de su existencia. Esto no debería ocurrir si de lo que hablamos es de Sam Morris, si de lo que hablamos es de uno de los artistas underground más virales de la actualidad, un tipo renacentista con muy buen culo… y cuando decimos buen culo es que es portentoso; pero no nos perdamos en superficialidades por muy sugerentes que sean.

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Británico de nacimiento pero berlinés de espíritu, Sam Morris habla de sí mismo como cineasta, escritor, fotógrafo, bailarín y músico. Un hombre pluriempleado y/o multidisciplinar que podría pasar por un hipster cualquiera si no fuera porque de cualquiera no tiene nada. Un tipo guapo que se sabe guapo y que, además, usa su cuerpo sin ningún tipo de cortapisa y/o censura porque lo suyo es el exhibicionismo en todas sus versiones… ¡incluso la artística!

Un tipo de lo más prolífico en las redes sociales (especialmente en su Instagram) desde donde se promociona ya sea vestido o desnudo potenciando su extrema y adictiva sexualidad, así como cualquiera de las disciplinas que domina como hombre hecho a sí mismo que es. Un hombre que empezó desde muy pequeño preparándose como artista en una escuela para jóvenes acores desde donde comenzó a tener muy claro que lo suyo era contextualizar y conceptualizar en su propio yo y en su obra ese combinado entre lo masculino y lo femenino pero desarrollado hasta el máximo.

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@k.oss.i for Other Boys, & Lovers on www.sammorris.me

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Desde muy joven Morris potenciar ese buen ojo para crear imágenes bellas partiendo desde su cuerpo como principal inspiración. Un quererse al máximo supino que ha ido desarrollándose a lo largo de los años y que han hecho de él un gran talento para todo lo que se proponga. De ahí que a sus pinitos como actor, haya dado rienda suelta a su arte bailando (lo ha hecho junto a Lily Allen, Aphabeat o Stooshe); trabajado mano a mano con Donatella Versace o el fotógrafo Will Dube; luchado por los derechos del colectivo LGTBI+ y por la normalización de una sexualidad liberada y nada heteronormativa o dirigir su propio cortometraje que se centra en la manera en que una bailarina se enfrenta a sus problemas mentales.

Proyectos que no son las únicas muescas de un revólver que también tiene espacio para añadir su exposición “Other Boys & Lovers”, serie de fotografías íntimas (y pornográficas en muchos casos) que comenzó a postear en sus redes sociales y que, al fín, convirtió en una exposición con la que girar por el mundo y con la que ha compartido con sus más entregados espectadores de qué manera Berlín hizo posible que el Sam Morris de su juventud viviera, hoy, de un modo tan desinhibido el mundo de las parejas sexuales y del hedonismo 2.0, plantándole culo a esta vida en el que su máxima es vive y deja vivir. Con semejante posadera, todo es posible. ¿Quién dijo jugosos melocotones?

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Versace Versace Versace

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Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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