En el tiempo en el que las nuevas tecnologías superan casi el entendimiento humano y, van dominando cada vez más nuestro día a día, Facebook se adelanta a cualquier esquema previo para convertirse en profeta en tierras cibernéticas y hacer una última premonición
“Seremos capaces de decodificar pensamientos directamente del cerebro humano para transformarlos en mensajes escritos sin que intervenga el hablo el mismísimo teclado”.
Una revolución en toda regla que parece ir allanando el camino del futuro que nos espera y de esa agradable pero inquietante sensación de que nuestra red social transcriba al dictado de nuestra mente. Un nuevo proyecto para el que ya se han puesto manos a la obra un equipo de casi 70 científicos que hacen, deshacen y experimentan entre tecnologías de inteligencia artificial con el único objetivo de entender el lenguaje, las prótesis neurológicas y los sistemas de imágenes cerebrales.
Un sistema que nos evite pasar por quirófano y que se implante a través de sensores nada invasivos que disten mucho de aquella imagen popular de nuestras cabezas cubiertas por electrodos del demonio o microchips escondidos bajo nuestra epidermis y al más puro estilo Black Mirror.
Una relación con nuestros aparatos tecnológicos que usamos a diario que estrechará, aún más, nuestros lazos como ya veíamos hacer a Joaquin Phoenix en la película concernista Her de Spike Jonze, que aumentarán la rapidez a la hora de compartir contenidos (100 palabras por minuto, casi 5 veces más rápido que en la actualidad) y con la que nos alejaremos de lo propiamente manual para abrazar la tecnología portátil producida a gran escala.
Prepárense que esto no ha hecho más que empezar y aquella Torre de Babel del Génesis quedará ya en cómica anécdota. Ha nacido un nuevo profeta. Saluden a Mr. Zuckerberg.