Con la caída de numerosos estrenos de una cartelera que, por fuerza mayor, ha tenido que echar el cerrojo sin fecha de vuelta, aún quedan algunos títulos para que los más cinéfilos de la sala puedan seguir frotándose las manos. Sin duda, Dune es una de ellas. ¿Acaso lo dudas?
Desde que se anunciara su rodaje, hace ya 3 años, el mecanismo de rastreo informativo de los miles de admiradores del director canadiense Denis Villeneuve se puso en alerta. Queríamos saber más, no queríamos perdernos ni un solo detalle y más sabiendo que el material sobre el que se trabajaba no era el que dejó para la posteridad un David Lynch en estado de gracia sino una vuelta a la novela homónima de Frank Herbert convertida en bilogía de ciencia ficción.
Una vuelta al género que mejor ha sabido llevar a la gran pantalla y que tras sus particulares adaptaciones de La llegada y Blade Runner 2049 se lanza a la ambiciosa aventura de hacer de esta nueva aproximación a la épica sci-fi de Herbert en la que Timothée Chalamet se convierte en garante de la galaxia al intentar proteger su activo más valioso. Un papel hecho a la medida del ojito derecho de Hollywood que, imparable en su carrera, se hará cargo del papel que en 1984 interpretara Kyle MacLachlan como vástago de la noble casa Atreides.
Una cinta en la que también se darán cita caras tan conocidas como Stellan Skarsgård, Rebecca Ferguson, Javier Bardem, Dave Bautista que acompañarán (o torpedearán) el viaje de este héroe futurista hacia la madurez desde el combate. Una especie de Star Wars para adultos del que ya se empiezan a filtrar las primeras imágenes (a la espera de tráiler oficial) y que dan rienda suelta a estas cabecitas nuestras que necesitan de seguir desarrollando la imaginación como manera de evadirse de la asfixiante realidad que, ahora, nos rodea. ¿Su estreno? El 18 de diciembre.