Con el sosiego y la tranquilidad con la que llegamos a los primeros días de septiembre, nos replanteamos un poco la manera en la que nos queremos enfrentar a este «nuevo curso» que sin carteras, libros o estuches que estrenar se nos plantea más que excitante. Una oportunidad más que perfecta para alejarnos de ese frenesí por acatar las reglas porque sí y abrazar una rutina con lo estrictamente necesario. De eso va la nueva colección de Aimé Leon Dore.

Por eso, aplaudimos con muchas ganas las nuevas propuestas del diseñador Teddy Santis que, como viene siendo habitual, vuelve a conseguir que muramos por conseguir cualquiera de sus prendas.

Con ese deseo ardiendo desde nuestro interior, la estética de esa elegancia atemporal típica del tipo que siempre ha tenido dinero y ha sabido cómo invertirlo y la sensatez del que sabe cómo mezclar las prendas de un armario atemporal para que luzcan como el último de los gritos, sale a nuestro encuentro para echarnos un cable en nuestro búsqueda de looks para el próximo otoño/invierno.

Nada más y nada menos que 52 propuestas que poder barajar cuando los termómetros vayan marcando un descenso de las altas temperaturas estivales y nuestras ganas de vestir más abrigaditos estén ya por todo lo alto.

Sobrecamisas, prendas acolchadas, piezas de cuero, plumas, abrigos marineros o beisboleras de lo más deportivas sobre jerséis de punto, camisas, camisetas o sudaderas con capucha y con pantalones anchos, de pinzas, sastres o joggers, para completar el estilismo, con los que vestirte ya sea para darte una vuelta por el barrio, quedar con los amigos en el centro o visitar a la familia un domingo de paella.

¿Necesitas más? Complementos como bufandas, cinturones trenzados, vistosas corbatas o gorras, gorros de leñador o de pescador, elige tu fantasía sexual favorita, ponen la guinda a un pastel al que, seguramente, más de uno querrá hincarle el diente. Y, lo más importante, que seguirán estando de moda caigan las lluvias que caigan.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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