¿Eres de los que antes muerto que levantar pesas porque eso no va contigo? Después de leer este post no querrás abandonar la zona de peso libre del gym.

Sí, nos reafirmamos en nuestro titular. Que está puesto ahí con toda la intención y no solo para atraer al lector (que también, pero con cariño). Nos explicamos. No se trata de que las mancuernas lleven un ingrediente mágico que, al ser levantado, caiga en partículas invisibles sobre tu piel y borre las patas de gallo. Como argumento para una película friki-futurista estaría bien, pero no es el caso.

Esto va de otra cosa. Cuando cumplimos años no solo se cae el pelo y nos salen arrugas. También perdemos masa muscular (esto tiene un nombre que suena fatal y que es sarcopenia). Si buscas en la playa a personas entraditas en años y tonificadas, tendrás muchas dificultades para encontrarlas.

Pero venimos con una solución a este asunto. No vamos a parar el tiempo, pero si entrenas con trabajo de intensidad o pesas (y tomas las proteínas adecuadas), podrás frenar la maldición que hace que donde antes había músculo ahora solo cuelgue piel (o grasa, en casos peores). No se trata solo de que agarres las pesas si ya has cumplido unos añitos. Esto hay que empezarlo cuanto antes.  “En el caso de los jóvenes, para adquirir masa muscular y fuerza y, en el caso de las personas de más edad, es todavía más importante para no perder lo ganado durante la juventud”, asegura el doctor Juan Antonio Corbalán, director de la unidad de salud deportiva del hospital Vithas Internacional.

Los ejercicios de fuerza y potencia, además de mantener la musculatura corporal, ayudan a poder afrontar más carga de trabajo y quemar más energía, de modo que te mantienes en tu peso y dejas la grasa a raya. Incluso contribuyen a que tengas menos riesgo cardiovascular, osteoarticular, respiratorio y endocrino metabólico.  Hasta ayudan a evitar caídas y accidentes que se suceden por la debilidad muscular cuando cumplimos unos años.

“La juventud no es solo una cuestión de estética, es fundamentalmente una cuestión de capacidad funcional, es decir, de la cantidad de cosas que todavía podemos hacer a pesar de nuestra edad”, recuerda el doctor Corbalán. Así que ya sabes. Para tu próximo entreno empieza por trabajar la fuerza y no solo el ejercicio cardiovascular. El día de mañana serás el ejemplar geriátrico más buenorro de la playa.