Las galas… vista una, vistas casi todas. La de anoche fue una gala más, pero si algo podemos resaltar de estos Goya 2020 es que la Academia volvió a caer rendida a los pies de Pedro Almodóvar, que no solo hizo suya la noche sino que se atrevió a lanzar un órdago a Pedro Sánchez.
Sin duda, Pedro Almodóvar puede darse por satisfecho. Sin haber finalizado su recorrido de recogida de premios en Los Ángeles (los Oscar le esperan), donde esperamos que se traiga algo para España, la 33 edición de los premios Goya confirmó lo que ya muchos sabíamos: que Dolor y Gloria era la película de la noche. Así fue. De los 15 premios a los que optaba, se llevó 7… ¡y de los grandes! Suficiente razón para que Pedro se quitara hasta sus gafas bien oscuras para emocionarnos en sus continuas subidas al escenario. El mismo escenario por el que circularon Alberto Iglesias (Mejor música original), Teresa Font (Mejor montaje), la gran Julieta Serrano (Mejor actriz de reparto) o un Antonio Banderas, de lo más exultante y en su tierra, que no podía por más que emocionarse al recibir el primer Goya de su carrera (no contamos el honorífico de 2014)) tras 4 intentos.
Con semejante lluvia de galardones para esta película semiautobiográfica y sobre la que comenzó a escribir sumergido en una piscina cuando se trataba hace unos veranos de sus problemas crónicos de espalda, cómo no iba a estar en su salsa este manchego con más movida encima que la de los 80. El director completaba el marcador con los premios a Mejor guión original, Mejor director y Mejor película de 2019.
“Nunca he conocido a alguien con la lealtad que tú tienes para tu cine. Y tenía que llegar hasta aquí contigo”, decía Banderas al recoger su premio mientras los más de 3,200 asistentes aplaudían encantados de ser testigos de tan mágico momento. Momento más que perfecto para que Pepa Flores, aka Marisol, hubiera roto su autoimpuesto retiro para acercarse a recoger su Goya Honorífico. Un detalle que sus millones de admiradores hubieran ovacionado y un consecuente broche de oro para con ellos, muestra de gratitud por tantos años recordándola.
Los que no dudaron ni un segundo en recoger sus galardones fueron la octogenaria Benedicta Sánchez (Mejor actriz revelación por Lo que arde), Enric Auquer (Mejor actor revelación por Quien a hierro mata), Eduard Fernández (Mejor actor de reparto por Mientras dure la guerra), Belén Cuesta (Mejor actriz por La trinchera infinita), Belén Funes (Mejor dirección novel por La hija de un ladrón) y Javier Ruibal (Mejor canción original por Intemperie), entre otros, que nos hicieron la ceremonia mucho más amena pese a los cómicos Andreu Buenafuente y Silvia Abril que intentaron mantenerla a flote desde el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga, sin apenas conseguirlo. Solo se salvó por el final que contó con Banderas y su chorus line que, a la americana, apagaban las luces del escenario agradecidos emocionados.
El mismo escenario que fue de testigo, justo en el momento de recoger su premio a Mejor guión original, del consejo que se lanzaba al presidente del Gobierno (allí asistente): “vas a ser el coautor de nuestro próximo guión. Espero que te vaya muy bien, porque si te va bien, nos irá bien a todos». Gracias, Pedro (Almodóvar, claro). Esto sí que va a ser dolor y gloria.
P.D. Por si te preguntas, quién fue nuestro actor mejor vestido pues, ¡Eduardo Casanova!, que vestido de la sastrería masculina Mans Concept Menswear dio voz a todos aquellos hombres que arriesgan… ¡y ganan! Bravo, Eduardo.