Mientras que la DEAR cumple dos años de vida, Virgil Abloh cumple su primer aniversario al frente de Louis Vuitton. La casa francesa nunca había visto una revolución tal desde que Marc Jacobs se hizo con el control creativo de la firma en 1997 y saca pecho de su labor al frente de la maison con flores… ¡y muchos aplausos!

Efectivamente, así es. Si Virgil Abloh nos acostumbra cada temporada a su perfil más urbano, en Louis Vuitton por el contrario tira de archivo, de estética por encima de todo y grandes dosis de profundo amor. Un amor que sigue floreciendo tanto o más como la flora con la que decora cada una de las salidas de su desfile para la primavera/verano 2020 creado para celebrarse junto a Notre Dame. No pudo ser. Abloh se crece ante la adversidad y traslada a la Place Dauphine una colección que sin ser de lo más comercial, sí que emboba dados sus particulares looks no aptos para academicistas.

Un desfile donde cada uno de los looks sobrevuela (y nunca mejor dicho porque hubo hasta cometas) por la alta costura, el preciosismo hasta las últimas consecuencias y una forma antes que una función que, en ocasiones, te hace olvidar lo de siempre como un cuadro en un museo. Abloh libera así a sus musas para corten y confeccionen pantalones lo suficientemente anchos como para que quepan dos en uno; trajes, también, oversized monócromos y otros que mostraban como salpicaduras florales en los bajos; transparencias y yuxtaposición de prendas para conformar un único todo, casacas de lo más liviano; shorts y sudaderas imitando al sempiterno animal print; ponchos a modo de chubasqueros de tejidos casi tecnológicos y todo pintado y coloreado con tonos pastel, algún que otro tono gris y gotelé technicolor en looks perfectos para la época en la que la hojarasca queda retirada por el florecer más inocente e infantil.

Un primer año que gana a la crítica y al público demostrando que Louis Vuitton si se lo propone puede ser un poco Dior para volver a ser Louis Vuitton mientras se ciñe un bonito gorro de paja a la vez que se enfunda en un abrigo de tul o chifón plisado hasta el detalle. Fantasía, fantasía.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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