Nuestras ansias de hidratos no descansan ni en verano, y es que no hay nada mejor para sobrellevar las altas temperaturas al sol que estar bien cargado de esa energía que evitará que nos quedemos en el chasis. Una excusa más que perfecta para seguir probando italianos en Madrid, una coartada más que idónea para dejarnos caer por Pagus y que no se note mucho que estamos obsesionados con esta propuesta solo apta para amantes no solo de la cocina italiano, sino también de esos asadores que esconden ricos manjares proteicos.

Cocina tradicional y contemporánea es lo que descubrimos en Pagus, uno de los italianos más ricos del barrio de Salamanca, que no solo tiene en su pasta fresca su carta de presentación. Y es que si las pastas son el verdadero atractivo de un restaurante como este, la fórmula del éxito se completa con sus carnes asadas como impecable penalti.

Así esta trattoria-asador, que surge de la unión de un kirguís (República de Kirguistán) y un calabrés, propone y dispone una interesante propuesta gourmet, que no reniega ni de esos versos sueltos y vegetarianos. Un Pargus donde sus materias primas seleccionadas y la manera de entretejer cada uno de los actores que conforman esta sabrosa puesta en escena hacen de este negocio un obligado en tu agenda gastro.

Un Pagus que rompe reglas con el atrevimiento que sobresale de la libre lectura de las recetas de siempre, y que en platos como su caciocavallo alla piastra (queso de cabra calabrés a la plancha con vinagre de Módena), la parmigiana di melanzane (pastel de berenjena al horno con parmesano), el rollo de cerdo asado en su jugo loncheado y con patatas, la carne salada trentina, la ensalada Caprese, el lomo alto con sal y aceite, su deliciosa picanha, cadera de ternera o estupendas pastas artesanales como los agnolotti rellenos de patata y salchicha fresca con parmesano rallado, los ravioli rellenos de requesón de vaca con salsa de nueces y jamón ahumado, los maccheroni con salsa N’duja (pica) y requesón ahumado o sus sabrosos pappardelle con guiso de carne de jabalí picada y tomate a gogó se apunta, indiscutiblemente el tanto.

La sobremesa solo tendrá sentido con un postre artesano y una copita de vino italiano como caídos de la mesa de los mismísimos Corleone. Capisci!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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