Si hay un mundillo anclado en el pasado, como el del toro (que habría que echarle de comer a parte), ese es el del fútbol. Y es que si hablamos en términos de liberación sexual, el mundo del balón aún está tan chapado a la antigua que, incluso, nos sorprendería el nivel de cavernicolismo que aún se baraja en el banquillo. Todo esto se acrecienta cuando viajamos a Brasil y nos damos cuenta que allí la intolerancia es otro rollo y el permanecer en el armario, toda una imposición nacional si no quieres ser lapidado de por vida. Un estigma que tiene en el número 24 su salvoconducto a la risión más popular.
Y es que, si ha existido un número al que cualquier deportista brasileño le ha negado su simpatía ese es el 24. Una mala fama ganada gracias al conocido y clandestino jogo do bicho, lotería popular que usa combinaciones numéricas representadas por animales, que le hacía corresponderse con el ciervo (veado en portugués), animal con el que de manera despectiva se habla de los homosexuales. Una asociación de ideas que desde algunos equipos brasileños se ha tratado de eliminar y que con la muerte del jugador de la NBA Kobe Bryant (que en los últimos años usó esa numeración y que siempre fue un fiel defensor de los derechos LGTBI) ha reafirmado este intento de cambio en la hoja de ruta del fútbol actual.
De ahí, que el futbolista del Bahía Flávio Medeiros da Silva haya querido ser el primero que rompa una lanza por el 24, luciéndolo con orgullo como homenaje a Kobe y como respeto a esas diferencias que sobre el campo de juego también tienen que prevalecer.
“El fútbol es un canal que puede servir para acentuar lo peor que hay en nuestra sociedad, como el racismo, las agresiones, la violencia y la intolerancia. Pero también puede servir de otra forma como, por ejemplo, para propagar la cultura, el afecto, la sensibilidad y para mejorar las relaciones humanas. Creemos que los clubes tienen que elegir si serán canales de amor o canales de odio. Nosotros hemos elegido el amor”, explicaba Guilherme Bellintani, presidente del Bahía.
Una iniciativa que, siguiendo los pasos de Medeiros también ha seguido el jugador del Fluminense Nenê que no ha dudado en dar un paso al frente en pro de la libertad sexual en un 2020 en el que ya es hora que el mundo del fútbol sepa estar a la altura dando ejemplo. Kobe, allá donde esté, aplaude orgulloso.