Qué tendrá la costa italiana que enamora tanto a los ingleses. Si no, solo hace falta echarle un ojo al tercer lanzamiento de Wax London, con el que no solo le da la bienvenida a un verano que está al caer, sino que resulta toda una rendición del pueblo inglés a los atractivos del país mediterráneo.
Porque si pensabas que éramos los españoles, los únicos que nos echábamos un jersey a rayas para volar hasta Italia, parece que a nuestros queridos fanáticos del fish & chips y el té a las 5 también les pone eso de despendolarse bajo el sol de la madre Italia.
Un destino ideal para esos días de asueto y desconexión en los que unas bonitas vistas costumbristas se nos hacen más que apetitosas, mientras los despejados días al son del mar Mediterráneo nos permiten tostarnos a su vera, mientras disfrutamos de largas jornadas a la fresca, salpicados por sus aguas y desfilando con nuestros looks más playeros, sin perder ese rollito Mr. Ripley que tanto nos seduce.
Una campaña que exprime al máximo todo el sentir vacacional con vistas al mar al que cantaba Umberto Tozzi, Al Bano o Domenico Modugno, y que nos transmite el relax propio de esta época con el punto extra que supone hacerlo en tierras italianas.
Días y noches que se van sucediendo a lo largo de una costa siciliana que no deja de sorprendernos, mientras la inglesa Wax London nos propone una colección tan fácil de llevar como elegante, pero sin el corsé propio de esas reglas que durante el estío se nos permiten romper.
Así, tejidos como el jacquard, el piqué gofre indio, el lino o el algodón orgánico, sin perder de vista esas telas en algodón como arrugado, que muchos ya conocen como Seersucker, saltan a prendas tan básicas como complejas, y que en camisas como su modelo Corey, Faro, Ren, Minori nos ofrecen la posibilidad de presentar nuestra mejor versión este verano.
Una línea que, al nombre de Ciao Bella, nos sirve para patearnos la ciudad, los pueblitos perdidos, las arenas y los riscos sin arrugarnos y perder ese toque classy que hace voltear cabezas, y que se completa con una apuesta segura por las camisas de encaje como tendencia que se repite pero porque funciona. Toques de punto, ocres y beige, flores y apego a lo monocromático, pantalones largos y cortos, al gusto, y estampados (o pequeños motivos que no se esperan) que no podrían caber en otra maleta más que en la de verano, nos obliga a hacer acopio en pro de nuestro armario más fresquito preparado y muy dispuesto para pasearnos con un gelato… o dos.