En un tiempo en el que los biopics reavivan absolutamente la cartelera y el público más entregado a la causa pide más historias reales y menos ficción, la historia del boxeador Emile Griffith llegará al cine para alegría de muchos y para sacudir a otros tantos que aún sigue en la homosexualidad todo un problema. ¿Por qué? Digamos que Griffith consiguió por un instante dejar K.O. a la homofobia.

Verán ustedes. Ser negro y bisexual en la década de los 60 no es que fuera tarea fácil. Griffith lo era y pese a ser por todos conocida su orientación, el violento clímax que rodeó su encuentro en el ring con el cubano Benny Paret hizo olvidar que en el aquel momento Estados Unidos y Cuba estaban en plena crisis (la de los misiles). Griffith nunca había demostrado públicamente que viviera en ningún tipo de constante conflicto. Prueba de ello, fue que manejó como pocos sus vivencias en el mundillo gay underground neoyorquino y su gran éxito en el boxeo (suyos fueron los títulos de Campeón Mundial en las categorías welter, junior middleweight y middleweight) de todo menos abierto a la libertad sexual.

Caliente, demasiado de hecho, por los insultos (“maricón” y demás linduras) que días previos había recibido por parte de un fuera de sí Paret, el virgenense británico Griffith luchó sin descanso el 24 de marzo de 1962 en el Madison Square Garden, mientras el cubano tampoco se quedaba atrás. Pero todo cambió en el 12º round en el que Griffith lo noqueó, ganando el combate. Nada más y nada menos que 24 ganchos le hicieron derrumbarse, perder la conciencia y morir tras 10 días de coma.

Pese a que la carrera del ganador se mantendría con el mismo éxito durante un par de años más, Griffith quedó también tocado y tras 80 combates posteriores (de los que anotaría 12 K.O.s) fue golpeado a su salida de un club gay, muriendo de encefalopatía púgil.

Hoy sin fecha aún de estreno por estar en pre-producción, la historia vuelve a nuestros días de la mano del director Lenny Abrahamson (Frank, Room) que, basándose en la biografía A Man’s  World: The Double Life of Emile Griffith de Donald McRae, hace suya la vida de este boxeador al que le perdonaron matar a un hombre pero no pudieron perdonarle jamás el que amara a uno y que por caprichos del destino fue el primero en noquear, pública e indirectamente, a la homofobia. ¡Estén atentos!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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