Hay reglas que están para romperlas y si de lo que hablamos es de una ley absurda que va en contra de la libertad para amar del individuo, la obligación de saltársela es ya algo casi ético y moral. La compañía japonesa Nintendo le planta cara al emperador Naruhito, al primer ministro es Fumio Kishida y a todo aquel que, a estas alturas, siga sin reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Y es que Japón es, de todos los países del G7, el único que aún no reconoce estas uniones. Una losa que aún siguen arrastrando aquellos japoneses que siguen viviendo en sus propias carnes la marginación que sufren a diario y el recorte a sus libertades simplemente por amar diferente. Unas leyes que desde Nintendo Japón se han pasado por arco del triunfo no solo al apoyar a las uniones homosexuales sino también a ofrecerles los mismos beneficios que las parejas hetero.
Una actualización de sus propias bases como empresa creando un apartado que al nombre de “Introducción de un sistema de parejas” equilibra de la misma manera a cualquier pareja sea cual sea su orientación. Un giro absoluto en su política interna que en los próximos meses implantará nuevos sistemas y cursos de formación diseñados para posibilitar un entorno laboral mucho más empático, solidario e igualitario, pues en Japón siguen siendo radicalmente nazis ante la homosexualidad. “En Nintendo queremos crear un entorno de trabajo que apoye y potencie a todos y cada uno de nuestros singulares empleados”, señalan desde la compañía. Una iniciativa que esperemos sirva de ejemplo para otras como Ubisoft y Riot Games, que ya acumulan numerosas denuncias por discriminación sexual en el trabajo. ¡Basta ya, señores! ¡Bravo, Nintendo!
Foto: Pride