Si este sábado cambiamos la hora (a las 2 de la madrugada serán las 3), ya que estás, prepara la alarma para el próximo jueves 8 de noviembre a las 10 de la mañana. Como ya te avisamos, a principios de abril, la ya clásica colaboración de H&M con un diseñador llega a sus tiendas y no querrás quedarte sin tu prenda favorita. ¿De quién esta vez? Pues de Moschino… ¡no me digas que ya no te acordabas!

Desde que en 2004 el gigante sueco se aliara con Karl Lagerfeld para poner en marcha lo que sería toda una tradición año tras año, los más fervientes fashionistas de la casa se frotan las manos cuando llega noviembre. Un mes frío, quizá, para hacer colas en la calle pero que no restaba interés (ni ganas) para esperar a que su H&M más cercano abriera las puertas con la colección del gran diseñador de tuno everywhere. Así pasó con Versace, Kenzo o Balmain con las que no se pudo remediar que venas más consumistas colapsaran y los recién ingresados sueldos quedaran bajo mínimos para el resto del mes.

Una temporada otoño/invierno más en la que la cuenta atrás comienza pero esta vez lista y preparada para un ciclón de colorido pop y fervor (casi uterino) por ese bling-bling tan callejero y hortera que te da ese puntito canalla que buscabas desde hace tiempo para tu transición a la vida (más) moderna. Una colección firmada por la vaca sagrada de Moschino, Jeremy Scott, que concibiendo la colección como una línea cápsula de entre las “oficiales” de Moschino no escatima en ni en prints, ni en apliques metálicos ni en un pastiche de color en el que la cultura más televisiva y viral se convierten en la tendencia con más número de #hashtags.

Una selección de básicos ponibles hasta que el ritmo aguante, con los 80 y 90 muy presentes y que entre sudaderas y pantalones de chándal serigrafiados, chupas de cuera con atrezzo pandillero, petos de cuero (también en denim), plumas, jerséis y camisetas con guiños al universo Disney, bien de logos y un descaro (más que necesario y muy a la última) en mochilas, bufandas y demás accesorios pretenden que la moda vuelva a ser democrática (es decir, al alcance de todos) y, lo más importante, lo más inclusiva posible. ¡¡¡Bien por Scott!!! ¡Punto para H&M!