No hay manera. Cada vez es más imposible comprarse un iPhone sin hipotecar la casa, poner en alquiler la plaza de garaje o, en los peores casos, arruinarse. Y es que lo que en otro tiempo era una herramienta para estar en contacto sin usar ninguna red fija, ahora nos ha enganchado de tal manera que pagamos lo que nos pidan (digamos, 800€ por el más barato de la casa) porque… no nos queda otra si queremos estar a la última y molarlo todo entre los amiguetes. Pero… parece que Apple, por fin, ha decidido bajar los precios.
Pero no tires cohetes antes de tiempo, Apple no va a bajar sus precios en todo el mundo. “Si analizamos las monedas internacionales y, en especial, aquellos mercados que se han debilitado durante el último año, esos incrementos de precio en el iPhone fueron, obviamente, más significativos. Hemos estudiado la situación y la condición macroeconómica en algunos mercados y hemos decidido regresar de una manera más comedida con nuestros precios locales en comparación a los de hace un año, con la esperanza de ayudar a mejorar las ventas en esas regiones», explica Tim Cook, CEO de la firma americana.
El porqué de este giro en los acontecimientos tiene que ver con que Apple al cerrar su primer trimestre del año fiscal ha visto cómo sus ganancias disminuían en un 0,5% con relación al año pasado al no venderse, como ellos esperaban, el iPhone XS y XR. Una nueva hoja de ruta que, principalmente, agradecerá China y que esperemos se replique en nuestro país, de manera que se produzca una clara desaceleración en ventas y consigamos comprarnos los nuevos modelos sin tener que empeñar un ojo o vender uno de nuestros riñones al mercado de órganos, cosa que esperemos no ocurra. Crucemos nuestros AirPods.