Sí, lo que oyes. La reina de las pistas de baile, clubs nocturnos, residencias de ancianos y tarimas flotantes… la reina del Pop (y eso no hay nadie capaz de discutirlo) volverá a rodar en cuanto publique su próximo trabajo musical… que está al caer. Un nuevo proyecto que, presumiblemente, al nombre de Magic, romperá el hechizo que la ha mantenido fuera de los escenarios y que no ha pisado desde alguna que otra colaboración puntual, siendo aquella accidentada de los Brits (en 2015) y que tantos memes nos regaló. Olvidado el trance y en plena forma a sus 60, tenemos Madonna pa’ rato.
Según fuentes, la artista está planeando una serie de shows «sin escatimar gastos» que contarán con un vestuario que epate, llamativa pirotecnia y su habitual cuerpo de baile.
«Madonna está realmente emocionada por tocar su nueva música y pretende que su vuelta al ruedo sea, por lo menos, insuperable.
Mientras esperamos la fecha oficial de publicación de su 14º álbum (lo más seguro que sea después del verano o casi llegando a noviembre) en el que tampoco sabemos si nos encontraremos un proyecto marcado por la política actual (odia a Donald Trump con las mismas ganas que Barbra Streisand o Cher), por su pasión por el kuduro, los fados y demás sones locales (su residencia en Lisboa, ayuda) o, si por el contrario, será una mezcla de todo un poco y a lo que de vez en cuando nos tiene acostumbrados (para muestra el Rebel Heart), nos seguimos frotando las manos con la noticia de que, si todo va bien podría ser una de las artistas invitadas al próximo festival de Eurovisión que se celebrará en Tel Aviv. ¿Cómo te has quedado? La diva ha dado luz verde al proyecto aunque la resolución final depende de su equipo de representantes y el dinero que pidan por su participación.
De cualquier modo, como decimos, parece que tendremos Madonna buena para los próximos dos años. Like a prayer!