Se la esperaba de la misma manera que al verano y a esas birras en terraza o que al final de Juego de Tronos y la verdad es que ha decepcionado a muy pocas. El público de los Billboard Music Awards se volvía loco con la actuación más esperada de la noche y nosotros, en diferido, perdíamos la razón y hasta el aliento y es que no todos los días podemos ver a dos de los animales más salvajes de los escenarios musicales actuales, Madonna versus Maluma. Doble M, sí Dears.
El buenorro y sexy de Maluma y la incombustible y camaleónica Madonna nos han dado lo que pedíamos, lo que necesitábamos, lo que más ganas teníamos de ver: una actuación como pocas. Mucho se había especulado sobre el dueto que estos dos monstruos se marcarían a ritmo de su Medellín, primer single del próximo y deseado álbum, number 14, de la ambición rubia, Madame X. Y como no podía ser de otra manera, no defraudó.
Sabedora de que a sus fans hay que darles todo, Madonna no dudó en desembolsar nada más y nada menos que 5 millones de dólares en una puesta en escena en la que, además de ese cara a cara con Maluma, también se tuvo que enfrentar a las múltiples personalidades de su Madame X, en versión holograma, sobre el escenario del MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.
Una estrategia de marketing absoluta de la Reina del Pop (madre) de unirse al colombiano (baby) más universal de los últimos tiempos (García Márquez, siempre en nuestro corazón) para seguir dando guerra y que el olvido no la devore. Una tirada de dados de lo más fructífera, auguramos, dúo de lo más sexual (del que sale ganando Maluma, demostrando que debemos seguirnos inclinándonos ante los ritmos latinos como los auténticos superventas) al puro gusto de nuestra italo-americana favorita (Lady Gaga, también tú), al que pedimos que repitan su perreo el 3 de noviembre bajo los focos de los MTV EMAs que se celebrarán, atención, en Sevilla. Ay, ay, ay.