No acostumbrados a que el director Pedro Almodóvar se abra en canal, más allá de en sus películas, asistimos por vez primera a su particular apertura de la caja de Pandora, a aquel año 90 en el que Madonna celebró en Madrid con casi toda la Movida madrileña. ¡Agárrense que vienen curvas!
Cuando Pedro Almodóvar se quedó a las puertas del Oscar con Mujeres al borde de un ataque de nervios, de la que incluso Jane Fonda compró los derechos para poder protagonizarla en versión inglesa, el director se convirtió en el director del momento. Todos querían hablar con él, fotografiarse con él, ofrecerse para sus películas y tenerlo en sus fiestas más exclusivas. Madonna no quería ser menos. Sería Madonna misma la que descolgaría el teléfono para invitarlo, al día siguiente de la ceremonia, al set de Dick Tracy donde rodaba con Warren Beatty.
«La verdad es que todo el equipo, desde el propio Warren Beatty hasta Storaro no pudieron estar más amables conmigo. Me trataban como si fuera George Cukor. Madonna también estuvo muy atenta de mí, volviéndonos a ver al año siguiente durante su gira Blonde Ambition Tour” explica Almodóvar desde las particulares entregas biográficas durante este encierro que está publicando en eldiario.es.
Fue en agosto de 1990 cuando el director manchego, aprovechando una visita de la reina del pop a Madrid, celebró una fiesta en su honor en el hotel Palace. Se masca la tragedia.
A esa fiesta acudieron Bibi Andersen (ahora, Bibiana Fernández), Loles León, Rossy de Palma, Alaska y el resto de esa troupe ochentona que acompañaba a Almodóvar como “los factories” acompañaban a Warhol. Pero “ella ya me había dejado claro que además de mí mismo solo había un invitado al que le interesaba conocer, Antonio Banderas”, añade Almodóvar.
Madonna se encargó de sentarse entre ellos y mandó a la mesa más lejana a la por aquel entonces mujer de Banderas, Ana Leza, a la que liquidó con un “get lost” sin ningún titubeo. Además, durante toda la velada, ella estuvo acompañada por un cámara que grababa todo lo que allí pasaba y cuya presencia explicaba porque quería «tener un recuerdo». Un año después, esas imágenes fueron el grueso de “En la cama con Madonna”, la película en la que se veía a una Madonna que acosaba a un Banderas que poco inglés sabía y la que incluso le preguntaba si le gustaba “pegar a las mujeres”.
«Madonna nos trató como a pardillos, y algún día tenía que decirlo, ni nos pidió permiso para utilizar nuestra imagen y además a mí me dobló porque mi inglés no debía de ser tan bueno», explica el director que no trata de que suene como un ajuste de cuentas pero sí como una espinita que se quita ya que de haber sido al revés aún le estaría pagando la demanda a esta rubia malencarada. ¿Cuál será su próxima confesión? ¡Nervios!