Si hay una regla básica y no escrita de buenas maneras es que “antes de entrar, dejen salir”. Algo que también podemos tener en cuenta a la hora de permitir que las temporadas se vayan sucediendo en nuestro hogar y con ello, la ropa que nos vestirá en cada una de las estaciones. Una experiencia nada religiosa pero a la que tememos más que se le temía a la Santísima Trinidad. Todos menos Liza Minnelli.
La diva americana por antonomasia, icono gay y lo que realmente le dé la gana porque su recorrido, talento y garbo así se lo permiten, se va a deshacer de ropa, fotos y demás memorabilia de estrella que le estorba de su casa y, lo más seguro, es que como buen fetichista ya se te estén afilando los colmillos.
Y es que no es para menos. La hijísima de Judy Garland y estrella indiscutible de Cabaret está harta de amontonar premios, vestidos, abrigos, fotografías, premios y demás recuerdos y ha decidido que aunque haya pasado la primavera es hora de hacer una spring cleaning que llaman los americanos y despedirse de todo aquello que rompa la estética elegante y minimalista de su nueva casa en Los Ángeles.
Según allegados, el problema estaba sobre la mesa: o seguía acumulando más y más archiperres en casa hasta el punto de que no supiera si era de día o de noche porque el almacenaje de semejante tesoro llegaba a cubrir hasta el hueco de las ventanas o se desprendía de tantos y tantos recuerdos para compartirlos con alguien que supiera valorarlos.
«Mi vida es un regalo de amistades y relaciones fluidas, todas recogidas en estos objetos”, explica la buena de Liza.
De este modo, la casa de subastas Profile in History (encargada también de los enseres de Debbie Reynolds y su hija Carrie Fisher) y especializada en muebles, vestuario y atrezzo cinematográfico pondrá en venta del 30 de julio al 1 de agosto desde los chapines de rubíes que llevó en su boda con Jack Haley Jr. a la bata bordada que lucía en Cabaret o la placa de su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood pasando por el certificado de su Globo de Oro y su Oscar, los premios Screen Directors Guild de su padre Vincente, vestidos de Halston, Bob Mackie, Gianfranco Ferré, Yves Saint Laurent o Gucci con los que se dejaba ver por el Studio 54 o una tropa de abrigos de piel que PETA haría arder en los infiernos pero que tú, DEAR coleccionista, seguro que sabes atesorar en tu hogar como fiel seguidor de la Minnelli por tantos años.
«Me desperté un día y pensé: ‘Cariño, no esperarás hasta que te hayas comprado una granja y abandones toda tu vida en la puerta de otra persona’. Pues ahora es el momento de hacerse con un buen pelliZco con Z de Liza.