Que llegue la primavera y posteriormente el verano no solo indica que haya más horas de luz, que la gente esté más contenta de conocerse o que la sangre bombee de manera más alterada sino que por fin podemos desterrar en el armario ropero esas capas y capas de ropa que nos sobran y entregarnos al vestuario más estival.

Una temporada con la que renovamos maneras, estrenamos nuevos modos de conducta tanto personales como estéticos y con la que seguimos abrazando una sofisticación natural y un buen gusto innato. Algo parecido a lo que le pasa a la firma Giorgio Armani que con los modelos Julian Schneyder y Andrey Zakharov, como abanderados de su campaña para el estío 2017, nos invita a dejar en casa el abrigo, la bufanda y el espíritu más melancólico para apostar por una serie de looks que no pierden su particular pasión por las líneas sastre y un minimalismo sobrio pero absolutamente atemporal.

Una campaña fotografiada por Mert & Marcus con la que tomamos nota sobre aquellas tendencias que se llevarán en los próximos meses y que tienen en las estructuras sencillas, los diseños en perfecta coordinación de volúmenes, los estampados como detalles que nos hacen arriesgar y en tejidos como el algodón, el lino y la lana (que también se usa en verano, sí señor) la respuesta ganadora de esas noches de verano que lo más seguro tornen en madrugadas.

Básicos que todo hombre en sus cabales debía tener preparados en su repertorio cuando la jornada laboral termina y es hora de enfundarse sus mejores estilismos afterwork que sin duda, y gracias al maestro Giorgio, marcarán la diferencia.