La nevera, el refrigerador, el frigorífico, el frigo o heladera ha sido (y sigue siendo) uno de nuestras máquinas de cocina favoritas desde que empezáramos a usarla allá por 1913. Desde entonces, no ha habido ningún alimento que hayamos traído a casa que no haya pasado por este armario aislado térmicamente y tan necesario para mantener nuestros alimentos de entre 2 a 6 °C o −18 °C, en caso de que queramos usar su función congeladora. Pero, ¿sabías que no todos los productos se deben meter en nevera y que, incluso, algunos estarían perdiendo parte de sus propiedades por nuestra inercia constante a meterlos en el frigo?
En esto de la alimentación nos creemos lo primero que nos cuentan y lo defendemos como precepto más que obligado frente a aquellos que tratan de cambiar nuestra opinión. Pero, ¿has pensado que los falsos mitos existen y tú puedes estar siendo víctima de uno de ellos? Siempre hemos pensado que la leche cruda mantiene unos compuestos beneficiosos para el organismo, que el pollo ha de ser lavado antes de comenzar a cocinarlo, que el apio o la lechuga sirven para adelgazar, que la carne de cerdo debe pasarse más que la de ternera para evitar la triquinosis, que los huevos deben tomarse como mucho dos veces a la semana o que al cocinar con alcohol, este desaparece (o se evapora como agua) si lo mantenemos bastante tiempo en el fuego y a una temperatura alta. Sentimos decirte que no, que todo esto son mitos, datos totalmente erróneos y, seguramente, los hayas manteniendo como dogma de fe más tiempo del que deberías (¡Ángela María!)
Tranquilo DEAR ha llegado el momento de que saques de la nevera esos alimentos que no necesitan de frío para mantenerse una vez comprados o abiertos. Te decimos cuáles…
- Aguacate. Este alimento básico para todo deportista que se precie encuentra su madurez a temperatura ambiente.
- Pepino y calabacín. Primos hermanos que responden a un mismo castigo: la nevera. Si quieres que no se te piquen o no se te pongan tan blandos como una… (bueno, imagina mal y acertarás), mantenlos fuera de la nevera o en el caso de no poder remediarlo y tenerlos al frío que sea en una bolsa de plástico que evite un tanto la humedad.
- Pimientos. Lo que más aprecias de un pimiento cuando lo partes es ese característico crujido que te ayuda a saber que está en perfecto estado y preparado para ese bocadillo de pimientos fritos con queso que tanto se te antoja. En caso de haberlos tenido en la nevera, no busques ese crujido porque no lo vas a encontrar.
- Cebolla. Pasaría lo mismo con nuestras amigas las cebollas. Las bajas temperaturas las dejan blandengues y mohosas por lo que será mejor que las saques fuera, las pongas en un plato y jamás cerca de las patatas. No son muy amigas fuera de la sartén.
- Ajos. La misma suerte corren si los metes en nevera. ¿Te gusta la textura gomosa? No, ¿verdad?
- Tomates. En contra de lo que muchos creen, los tomates si se mantienen fuera del frigorífico mantendrán aún más su sabor y jugosidad. Es lo que buscas cuando los usas en ensalada, ¿no?
- Frutos rojos. Mantenerlos en frío puede hacer que se ablanden y pierdan parte de sus propiedades. Además, tienes que saber que es mejor lavarlos en el momento de consumir, no antes.
- Plátano. Si pretendes que maduren, no se te ocurre colocarlos en el frigo. Se pondrán tan blandos como una… (vuelve a pensar mal y acertarás).
- Mantequilla. Este producto puede tenerse a temperatura ambiente hasta una semana. De este modo podrás untar y untar sin parar sin romperte la muñeca por lo duro del bloque en frío.
- Berenjena. Si lo que quieres es que pierda todo tu sabor, abre las puertas del refrigerador. Nada más que añadir.
- Cítricos. Seguramente, en más de una ocasión, te habrás dado cuenta que una vez que un limón o naranja presenta algún que otro rasgo de moho, todos los demás empiezan a caer. Es una plaga. No tengas miedo y ¡sácalos de la nevera!
- Aceite. ¿De verdad que metes el aceite en el refrigerador? Pero, ¿quién te tomó el pelo? El aceite debe mantenerse en un un lugar fresco y oscuro, de otro modo se endurecerá.
- Ketchup. Sí, lo que lees. El ketchup tiene una acidez tal que permite ser conservado fuera del frescor neveril. Eso sí, no más de un mes, en cuyo caso, sí que tendrás que enviarlo a nevera.