No es nada educado señalar a nadie con el dedo pero cuando los datos mandan y los estudios así lo contrastan/corroboran, no nos queda otra que poner a cada cosa en su sitio y llamar a cada uno por su nombre y parece que el foco está ahora puesto en los adolescentes LGTB que, según el prestigioso American Journal of Public Health, son los más propensos a probar las drogas más duras frente a los jóvenes heterosexuales. Sí, eso parece.
Llevado a cabo por la Universidad Estatal de San Diego y preguntando a casi 16,000 estudiantes de secundaria sobre el uso o ingesta de 15 drogas, se determinó que los jóvenes LGTB estaban más familiarizados con 14 de esas 15 sustancias en clara contraposición a los chicos heteros. De este modo, los primeros eran más propensos a probar el tabaco, el alcohol, la cocaína, el éxtasis, los alucinógenos, la heroína, la metanfetamina, los esteroides o la marihuana sintética, entre alguna otra, en casi un 70%
Tras la comparativa pormenorizada de los datos también se llegaba a la conclusión de que en cada una de las sustancias estupefacientes, desde la más suaves a las más peligrosas, los púberes LGTB superaban a los chicos y chicas heterosexuales en casi un 5-10% pero en ningún caso estos resultados podían tomarse como excusa para que fueran juzgados y/o denostados públicamente.
Y es que “nuestros hallazgos resaltan la necesidad de aceptar a los adolescentes LGBT puesto que el estigma de ser señalados por su orientación sexual puede desempeñar un papel importante a la hora de elevar el riesgo de uso de sustancias, en vez de pedir ayuda para hablar», explica Laramie Smith, investigador de salud LGBT de la Universidad de California, San Diego, y coautor de este estudio. Solo nos queda hacer nuestros estos datos, tenerlos en cuenta y actuar, actuar para que nuestros más jóvenes tengan nuestro apoyo, nuestra mano, nuestro entendimiento, nuestro hombro donde llorar y nuestra guía y consejo, ya que estamos un poco más de vuelta de ellos. Las drogas son un problema de todos.