Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Interasexuales (ILGA) todavía existen 72 países que criminalizan a los homosexuales, de los cuales 8 aplican la pena de muerte a su libre albedrío. No estás leyendo una broma pesada, ni estás repitiendo aquella pesadilla que te dio tan mala noche… no. Es una realidad y en Indonesia saben mucho de eso.

Quizá para muchos Indonesia es un paraíso. Un lugar en el que bucear en su cultura milenaria, perderte por sus variopintas calles, relajarte frente a los paisajes más exóticos que hayas podido ver o disfrutar de ese maravilloso cruce de culturas a la hora de interactuar con sus amables locales pero… Sí, hay un pero. En la región de Aceh se sigue manteniendo la ley Sharia que según sus mandatos arcaicos castiga a los hombres homosexuales a base de palos en público. Una norma que parece ser han decidido cambiar, trasladando a la más estricta privacidad el castigo. Es decir, que los palos ya no serán bajo la luz del sol sino que se realizarán entre cuatro paredes. Mucho mejor… ¡dónde va a parar!

Según informaciones, la ley actual permite que se ejecuten 100 latigazos por cualquier tipo “ofensas de moralidad” (entre las que se encuentra, evidentemente, la condición sexual desviada) que, a partir de ahora, serán llevados a cabo en prisión y con los periodistas y demás público que así lo pidan.

Aunque en Indonesia nunca se ha prohibido ningún tipo de demostración homosexual pública, el sentir de la población ha sido de absoluta desaprobación. Una manera de pensar que no dista mucho de nuestra propia cultura/sociedad en la que aún son muchos a los que les sigue extrañando que la homosexualidad no siga catalogada como una enfermedad. Prueba de peso para los que piensen que ya está hecho casi todo en materia LGTB en países que se presuponen abiertos y tolerantes pero que demuestran día tras día que no se diferencian muchos de otros cuya cultura y creencias religiosas tan arraigadas y/o inquisitoriales.

De hecho, en Indonesia se ha creado un movimiento para prohibir estas muestras de sexo libre, contando con la asociación de psiquiatras del país que ven cualquier práctica bisexual, transgénero o gay como un padecimiento mental del que, todavía, se puede uno curar. Lo dicho, que el que piense que es una maravilla y un adelanto que siendo gay y paseando por la Gran Vía madrileña o Las Ramblas de Barcelona ya no se les apedree o se les lleve al calabozo que piense que a 12,400km. todavía hay gente a la que se le impide acostarse con quien les apetezca. No miremos para otro lado. No nos dejemos llevar únicamente por la parte más frívola del sentirnos OR-GU-LLO-SOS.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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