“Teatro, lo tuyo es puro teatro. Falsedad bien ensayada, estudiado simulacro” cantaba La Lupe hace unos añitos y parece que mucho de teatral también tiene lo último de John Galliano sobre la pasarela parisina. Una puesta en escena totalmente extravagante, como no podía ser de otro modo, con la que el Galliano más novelero y excéntrico nos lleva de la mano a la primavera/verano 2019 con más ganas de llamar la atención que otra cosa.

La inspiración en esta ocasión nos metía de lleno en Picnic at Hanging Rock, la versión que en 1975 Peter Weir hizo de la novela de 1900 de Joan Lindsay y que recientemente han convertido en serie para Netflix. Cinta cuya acción transcurre en 1900 en Australia Meridional donde un grupo de alumnas de un colegio victoriano hace una excursión a Hanging Rock, formación rocosa de origen volcánico. Tras el picnic y una pequeña expedición de alumnas junto a una profesora, solo volverá una y, encima, no recuerda nada. Pues bien, con esta movida en su cabeza, Galliano presenta una serie de propuestas que con esas siluetas de época bien presentes empapelarán de los pies a la cabeza tu loco armario para la temporada más cálida.

Blazers de seda ceñidas y bien abotonadas con estampados de periódico, chaquetas oversized y con efecto añejo y/o rústico al igual que las camisas con cuello o cuello mao bien almidonadas, yuxtaposición de prendas asimétricas con vuelo en tonos tierra, beige o blanco, motivos de redecilla en camisetas y pantalones despegados, imponentes botas a las que sacar brillo y tirantes como único accesorio por el que decantarse son la respuesta de este diseñador mitad español, mitad británico (nació en Gibraltar) que no da puntada sin hilo y que siempre encuentra una excusa para no dejar de ser estrafalario pero con ese toque que permite que nos siga gustando vivir sus colecciones como si fuera la última. Hermoso.