Decía aquel bolero de Carlos Gardel que “veinte años no es nada, que febril la mirada…” pero en el caso de Jeremy Scott, 20 años lo son todo y nada de miradas febriles sino ojos como platos temporada tras temporada. El diseñador americano cumple nada más y nada menos que dos décadas al frente de su propia marca y quién se lo iba a decir.

De un primer vistazo podemos creer que lo suyo no es moda sino una ida de olla de aquel artista que dio su salto más popular al colocar cabezas de osos de peluche a tus zapatillas Adidas de toda la vida para posteriormente vestir a los bailarines de Madonna en su actuación de la Super Bowl o hacerse cargo, en 2013, de Moschino en una colisión de color y excentricismo a la que ambos estaban destinados (lo más seguro). Pero no, lo de Jeremy Scott es mucho más.

¿De qué otro modo podría una firma de espíritu tan excéntrico y looks tan extravagantes sobrevivir durante 7.300  días viento en popa y a todo vela en un mundo de la moda que se ríe una vez con el mamarrachismo pero sin darle mucha cuerda? En sus inicios le acusaron de producir ropa poco o nada ponible y aún sigue siendo criticado por ello. Aun así, Scott no solo se ha construido su particular y colorista imperio sino que ha hecho de su estilo, el preferido de aquellos que aman lo que han venido a llamar moda democratizada, es decir, ropa de diseñador para todos los públicos. Colecciones que ya visten desde estrellas musicales, astros del cine, socialités y tu vecino el del cuarto derecha, que no atienden tanto a las estrictos canon de belleza actuales y sí a nuestro gusto por apostar por esa prenda un tanto más exclusiva en un armario en el que domina el no riesgo.

Un selecto club al que Jeremy Scott nos abre las puertas, una temporada más, y que vuelve a brillar gracias a intensos colores que hipnotizan, prints noventeros, pantalones que van alternando la lentejuela, el estampado camo o el animal, sin olvidarse de otros tejidos como el denim o total look en cuero que nos llevan a pensar que somos un miembro más de los Village People o de una reinventada boy band.

Un desfile fresco y joven que a modo de colorista marcha militar sigue destacando el uso de botas estampadas, lisas o con cualquier giro inesperado, completando looks que quizá por sí solos no tendrán mucha salida en la calle pero sí, si conseguimos hacer una cuidada selección de prendas para no caer en un horror vacui y ofrecer a nuestro estilo ese punto rebelde y arriesgado que a veces nos pide el cuerpo. ¡Por 20 años más, Mr. Scott!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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