El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; pero no si eres Jeremy Irons. El actor inglés vuelve a hacer alarde de esa elegancia con la que se ha encargado de teñir toda su carrera y en unas recientes declaraciones en Berlín ha neutralizado la explosión que más de uno quería que ocurriera. Genio y figura.
Qué duda cabe de que somos cautivos de cualquier pensamiento pasado… unas veces para bien, otras para mal. El mundo evoluciona y nosotros con él. Y lo que opinábamos hace años puede que hoy no lo defendamos con la misma fuerza. Eso mismo le ha pasado a Jeremy Irons que habiéndose convertido en presidente del jurado de la 70ª Berlinale ha querido dejar las cosas claras antes de sufrir un posible bombardeo.
«Es un privilegio estar aquí. Pero antes de empezar quiero que no perdamos el tiempo ni que la Berlinale sufra por ello, y quiero aclarar comentarios míos del pasado de los que ya dije públicamente que me arrepentía y por los que pedí perdón. En el pasado me he referido a temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo, el abuso sexual y el aborto. Quiero dejar clara mi postura para siempre. «Primero, apoyo de todo corazón el movimiento internacional que apoya los derechos de las mujeres. Tenemos que luchar por la igualdad y condeno todo tipo de abusos. Segundo, aplaudo la legislación para el matrimonio del mismo sexo, y espero se extienda a más sociedades. Tercero, apoyo el derecho de la mujer al aborto si así ella lo decide”, explicaba cerrando cualquier tipo de posible guerra campal.
En el pasado, el actor había declarado que el aborto era un crimen que dañaba la psique de la mujer, minimizado cualquier tipo de denuncia de acoso sexual y no estando nada acuerdo con el matrimonio homosexual. Su educación católica así lo impedía. Declaraciones de las que se desdice primero porque errar es humano y disculparse, en este caso, divino y porque como buen profesional que ha sido (y sigue siendo), consciente del poder de lo viral, no ha querido dar ni un solo segundo a aquellos que pretendieran enfangar un festival (en el que se tiene que hablar solo de cine), con una serie de errores de un actor (que también es persona) que como en sus películas sigue siendo un tipo de lo más elegante.
¡Gracias, Mr. Irons! Tomen ejemplo.
Foto apertura: JRP/WENN